2 programas apoyan a más de 5.000 exconsumidores

Durante 2013, ‘Alexandra’ vio transcurrir la vida de su nieto Érick, de 16 años, como un zigzag: bueno-malo-bueno, debido al uso de drogas. “Era un niño ejemplar, pero empezó a desobedecer y a estar enojado. Cuando me enteré de que consumía drogas lo engañé para llevarlo a un centro de rehabilitación, ahora es nuevamente un joven amoroso. Por eso le doy gracias a Dios”, dijo.

Sobre las posibles causas que llevaron a Érick a consumir drogas, cree que, a más de la falta de control  de los padres, influyeron las malas amistades. “Vivimos en la cooperativa Ficoa de Montalvo (norte de Guayaquil) y ahí venden eso (alucinógenos) por todas partes”.

Del ingreso de Érick a la fundación Gosen, ubicada en la ciudadela Guayacanes, contó que en octubre de 2013, antes de que cumpliera 16 años, le dijo que iban a comprar ropa, pero lo llevó al lugar de rehabilitación.

La psicóloga Jenny Díaz, directora del centro, reveló que hay casos de niños de 8 años que ya consumen drogas, lo que ocasiona daños en el sistema nervioso y producto de ello hay bajo rendimiento estudiantil y mal comportamiento.

Ahora trabaja con 17 jóvenes de entre 12 y 18 años. Todos pasan por un diagnóstico y, de ser necesario, son internados con el consentimiento de un juez de la Niñez. Luego sigue el proceso de desintoxicación, el tratamiento médico y psicológico. Cuando están listos, inicia la fase ambulatoria, siempre con la participación de su familia.

A esta tarea se han sumado los policías del Circuito Guayacanes, quienes periódicamente conversan con los chicos sobre las consecuencias legales que implica tener droga en sus manos, pues, dependiendo de la cantidad que porten, podrían ser procesados por tenencia ilegal de sustancias ilícitas.

Como una estrategia de integración, los gendarmes practican deportes con los chicos, los domingos en la cancha del barrio y los martes en el parque Samanes. El jefe del Circuito, capitán Édison Quezada, informó que también colaboran en  tareas preventivas y de capacitación con 14 unidades educativas representadas por unos 400 estudiantes.

Programa a nivel nacional

También el Consejo Nacional de Control de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas (Consep) comenzó este año el Programa de Integración Social, que trabaja con personas en recuperación tras el consumo de drogas o que son vulnerables a su uso, es decir, pequeños vendedores, algunos de los cuales estuvieron privados de la libertad.

Sofía Vasco, gerente del proyecto, explicó que el fin es promocionar nuevas oportunidades para estas personas. Dentro del paln hay 3 etapas:  la primera trata los métodos a seguir; luego viene el trabajo con el personal de los centros de tratamiento y con los beneficiarios; y finalmente el acercamiento con asociaciones urbanas.

“El objetivo es que las personas sean consideradas como tales, pero  se requiere corresponsabilidad social. Brindamos capacitación, apoyamos a que terminen los estudios, que conozcan cómo funciona el microemprendimiento, esto incluye la participación de hijos y cónyuges”, detalló Vasco.

En Ecuador hay unos 5.000 beneficiarios en Guayaquil, Quito, Cuenca, Ibarra, Tena, Loja, Lago Agrio y Coca. El personal fijo de apoyo es de 7 especialistas, más unos 400 profesionales del Consep que están a disposición.

Vasco indicó que el plan acoge también a expandilleros, trabajadoras sexuales y personas privadas de libertad sin agravantes.

Todos trabajan en la parte académica, de  formación, de relación familiar y de mejora de capacidades, para que, al momento de conseguir un trabajo, compitan como cualquier ciudadano.
“El concepto de integración social no es meterlos a la sociedad, es brindar herramientas a todos sus miembros para que puedan coexistir”, definió Vasco.