El Puerto de Guayaquil es uno de los canales elegidos por los narcotraficantes para enviar droga al exterior. En lo que va de 2013, solo en la  terminal marítima se decomisaron 16 toneladas con 512 kilos de cocaína y un poco más de dos kilos de heroína. Estas cifras son parte de las 47.748 toneladas incautadas a nivel nacional. En Ecuador, en 2012 se decomisaron 42,04 toneladas de estupefacientes y  26,1 en 2011.

Javier Córdova, viceministro de Seguridad Interna, mencionó que el aumento de lo confiscado no significa necesariamente que pasa más droga por el país, ya que -según aseguró- no hay registros de otras naciones que informen que llegó droga desde  nuestro territorio.

Precisó que de enero a octubre se ejecutaron 4.977 controles que dejaron  4.411 detenidos, de entre ellos 685 menores de edad. “Estos trabajos han influido en la disminución de delitos, en especial,  asesinatos. El 2012 lo cerramos con una tasa de 12 homicidios por cada 100 mil habitantes y en lo que va de 2013 estamos en un solo número que fluctúa entre las 8 y 9 muertes por cada 100 mil habitantes”, detalló.

Controles en Guayaquil

El general Juan Carlos Barragán, director nacional de Antinarcóticos, indicó que en la urbe porteña hay 330 agentes de la Unidad  Antidrogas, de los 2 mil que existen a nivel nacional. Aparte hay  unidades especiales de control en puertos y aeropuertos y personal  de inteligencia, “que son invisibles”.

En lo que va de 2013, la Unidad Antidrogas ejecutó 4.977 controles que dejaron 4.411  detenidosTambién señaló que se han adquirido instrumentos como localizadores y buscadores internos para revisar contenedores. “En el puerto se requieren cuatro escáneres y cada uno tiene un costo de 5 millones de dólares. El total de la inversión es de 74 millones de dólares”, agregó.

Barragán especificó que esta iniciativa es exclusiva del Ministerio del Interior y explicó que los aparatos que emplea la Aduana del Ecuador son para verificar que los productos que ingresan al país no evadan impuestos. “Los escáneres son grandes, como una especie de arco por donde los camiones deberán pasar  para la revisión. Los analistas se preparan para ver qué sucede y detectar si hay carga sospechosa”.

El oficial mencionó que el 100% de los cargamentos pasa por un perfil documental y de riesgo; y en caso de que haya alguna irregularidad o se sospeche de que podría estar contaminado, se inspecciona. “Cuando hablamos de que se registra el 7% de los contenedores, nos referimos a esa revisión exclusiva en la que se apertura la carga”, dijo.

Una de las modalidades más comunes para poner droga en los contenedores es el “gancho ciego”, que consiste en romper las seguridades, sacar palés de la carga legal y reemplazarlos con maletas, sacos o tulas en las que guardan paquetes con estupefacientes. “Puede ocurrir cuando la carga está afuera del puerto, dentro de las instalaciones o cuando la embarcación ya deja la terminal”, agregó.

El último decomiso de 1,5 toneladas se dio la semana pasada cuando se descubrió el cargamento camuflado en pulpa de piñas.

Sentencia en caso Amberes

Mientras tanto, el que se catalogó como el decomiso de droga más importante jamás realizado en el Reino de Bélgica y el segundo más importante de Europa, dejó en Ecuador, de donde procedió el cargamento ilegal, solo dos sentenciados, tras un año de proceso, cuando al inicio la Fiscalía Antinarcóticos vinculó a 9 personas.

Fue el 8 de octubre de 2012 cuando  se registró el decomiso de 8 toneladas (8.032 kilos, exactamente) de cocaína en el puerto belga de Amberes. Doce meses después, dos implicados en el  envío de ese cargamento desde Ecuador son sentenciados por el Quinto Tribunal de Garantías Penales del Guayas.

Los jueces Gabriel Noboa y Edwin Logroño determinaron, tras la audiencia de juzgamiento realizada el 30 de septiembre de este año, la culpabilidad, en el grado de autor, de Gonzalo Enrique Tamayo Santos, de 32 años, de ocupación intermediario de carga en comercio exterior; y en calidad de cómplice a Ángel Eduardo León Castro, de 62 años, quien era el agente afianzado de aduana. Ambos recibieron sentencia de 16 y 8 años de reclusión, más una multa de 8 mil salarios mínimos vitales generales, y  4 mil, respectivamente.

No obstante, el juez temporal Jorge Chávez declaró inocentes a todos los procesados, argumentando que la investigación que llevó adelante la Fiscalía fue mediocre y apresurada.

Otros siete procesados por el fiscal Danny Vizueta fueron absueltos de los cargos que se les incriminaron  en la etapa de instrucción.

Según el proceso, la droga estaba camuflada en un contenedor de cajas de banano que partió desde el puerto marítimo de Guayaquil con  destino  al mercado ilegal holandés.

A raíz del decomiso, las policías de Holanda, Bélgica y Ecuador emprendieron las indagaciones. La policía belga, al descubrir durante un control cerca de 7.000 paquetes de un poco más de un kilo cada uno, retiró la droga del contenedor y solo dejó las bananas, para seguir la pista del cargamento.

Con información de los aduaneros belgas, la Policía holandesa siguió a los presuntos traficantes que transportaron el contenedor hasta Rotterdam (Holanda), donde fueron detenidos el conductor del camión, de nacionalidad belga, y cuatro holandeses que lo estaban descargando.

En Ecuador, por información con su similar de Bélgica, la Policía identificó a la empresa Planfruline BV como la exportadora del banano y a Consoltecmar, encargada de consolidar la carga. Previo al decomiso, se conoció que agentes policiales fueron a Bélgica para recopilar información, puesto que el 14 de abril de 2012 la policía belga halló 581 kilos de cocaína en tres contenedores que provenían de Ecuador a bordo del buque CSAV LEBU.  

Antes, el 16 de marzo de 2012, la policía  recibió información de que sujetos de origen turco planificaban la importación de cocaína.

El 26 de agosto de 2012, en Ecuador, en la operación Jaque Mate se decomisó droga en un contenedor con cacao que iba hacia Bélgica.

Con esos antecedentes, los agentes allanaron un apartamento en Bélgica, donde hallaron dinero, armas de fuego y varios nombres de contenedores, entre ellos el que iba de Ecuador y llegaba a Amberes.