Hombre que se masturbaba en bus se lanzó por la ventana, pero fue capturado
El hombre quedó colgado de la ventana del bus de la línea 171. Una persona lo sostenía de un pie, mientras otros pasajeros gritaban ¡cógelo, cógelo!.
Eran las 07:00 y un joven que vestía una camiseta con la palabra Bomberos corrió hacia la unidad 0812 y atrapó al sospechoso que quedó sin un zapato tras caer a la calle.
Una mujer furiosa, vestida como oficinista, se bajó de la unidad y apresuró el paso para también agarrarlo. ¡Lo que me hiciste a mí, no se lo harás a otra mujer, porque te vas preso, desgraciado”.
“¿Qué pasó, señorita?”, le preguntaban los pocos que caminaban a esa hora por las calles Luis Urdaneta y Carchi, en el centro de Guayaquil.
“Estaba sentado a lado mío y se hacía la ‘majadería’. Le reclamé y se paró diciendo que no había hecho nada, tenía los pantalones abajo y su miembro afuera”, contestó la joven de unos 35 años.
“Este es un viejo morboso, tal vez es el mismo que la otra vez aquí le rompió la licra a una chica por agarrarle el trasero”, dijo un muchacho.
De repente apareció un hombre robusto, de 65 años. Temblando de rabia se acercó al sospechoso y le dio un golpe en la cara que le dejó los ojos desorbitados.
“¡No le pegue!", dijo uno de los dos ciudadanos que lo sostenían. “Se puede meter usted en problemas”, le advirtieron.
“Una vez un maldito como tú intentó violar a mi hermana en el bus”, le reclamó y aprovechó para descargar su coraje dándole otro golpe. Un policía de civil llegó a los cuatro minutos al lugar. Tomó datos y esposó al individuo que pedía perdón.
“Denúncielo, que esto no quede así”, insistió otro testigo. Con la voz temblorosa, la mujer pidió que le prestaran una llamada y no podía ni marcar de los nervios.
Al escuchar la voz de su tío lloró. “Un morboso. Lo voy a denunciar, después le cuento”, fue lo poco que dijo.
El sospechoso y la víctima fueron llevados en el mismo patrullero. Ella adelante y él atrás, divididos por una lámina de seguridad transparente.
Víctor González, fiscal de la Unidad de Delitos Flagrantes, indicó que frecuentemente se denuncian casos similares. “En la mayoría de ellos, los hombres se masturban o rozan a las víctimas con su miembro”.
El funcionario aclaró que el ciudadano incurrió en delito de abuso sexual. Este, según el Código Orgánico Integral Penal (COIP), es ejecutar en contra de la voluntad de una persona actos de naturaleza sexual sin que exista penetración. La sanción estipulada es de tres a cinco años de privación de la libertad. (I)