Dolor e indignación viven los mineros del cantón azuayo Ponce Enríquez, por una tragedia ocurrida ayer, cerca de las 11:50. Cuatro obreros ingresaron a una bocamina donde aún existían gases tóxicos debido a una explosión. Uno de ellos murió y los otros tres fueron llevados de emergencia a casas de salud del pueblo y al hospital de Machala.

El escenario del percance fue la mina Golden Mining, ubicada en el distrito minero Bella Rica, donde la semana pasada el invierno afectó a dos campamentos.

Según los propios trabajadores, quienes prefirieron el anonimato por temor a perder sus puestos, el ahora occiso se confió en que ya no habían gases nocivos.

Según ellos, horas antes se realizó una detonación con dinamita en el interior de la bocamina. Ayer en la mañana retornaron para retirar los escombros; sin embargo, el aire aún era tóxico.

El asfixiado es oriundo de la provincia de Loja. “Estos accidentes ocurren frecuentemente en Ponce Enríquez, no hay control, los mismos administradores deberían ir con un medidor de temperatura para saber que el aire está bien. Pero de esto no hay, nos dejan que nos metamos a las minas sin ningún control”, dijo uno de los obreros, en la morgue.

El minero Byron Ocaña señaló que primero debería ingresar un experto para analizar el aire que aún sale de las minas. Sin embargo, según él, esto no se cumple en muchas mineras del sector.