Pedro Vicente Maldonado exige cumplir remediación
Tras un año del cierre de la empresa porcícola Crecult S.A, habitantes del cantón Pedro Vicente Maldonado (Pichincha), muestran su indignación porque no se ha cumplido con la indemnización ni con el plan de remediación ambiental. Por ello, exigen la intervención de las autoridades locales y nacionales.
No solo les inquieta el rebrote de enfermedades ocasionadas por la contaminación de los ríos, sino el hecho de que sigue intacta la infraestructura dedicada a la actividad porcina, en donde hasta el 5 de junio pasado se continuaba con la crianza de 1.200 cerdos, según lo confirmó una inspección realizada por Agrocalidad y el Municipio.
Madalgui Montalván, pobladora de Paraíso Escondido, recinto del cantón Pedro Vicente Maldonado, denunció que existe un direccionamiento de la empresa Crecult a seguir con la actividad porcina, a pesar de su plan de cierre.
Salomón Cáceres, poblador del barrio Kennedy Alta, denunció el grave daño que ha causado la contaminación. Contó que se le han presentado erupciones en todo el cuerpo, tras bañarse en las aguas de los ríos (ver subnota sobre las enfermedades).
Édison Montalvan nació en el recinto Paraíso Escondido, pero vive desde hace dos años en el cantón Pedro Vicente Maldonado. Resaltó que al principio el olor que provenía de la chanchera no era tan frecuente, pero que cada vez se fue haciendo más penetrante e insoportable.
La empresa
Crecult S.A. está ubicada en el kilómetro 112 de la vía Calacalí-La Independencia (Pichincha). Se dedicaba a actividades agroindustriales, en especial a la cría y reproducción de cerdos. Desde hace casi 5 años, esta empresa enfrenta varias demandas por, presuntamente, contaminar el medio ambiente y afectar a la salud de los pobladores del cantón Pedro Vicente Maldonado, con una población de 12.924 habitantes.
Las normativas ambientales ordenan ubicar las chancheras, por lo menos, a tres kilómetros de una zona habitada, debido a los malos olores y al daño ambiental que pueden causar. Sin embargo, según el alcalde del cantón, Pacífico Egüez, la empresa se encuentra a 2.4 km, lo cual incumple con esta disposición.
Un informe de la Secretaría Nacional del Agua (Senagua) señala que la empresa no contaba con un sistema de tratamiento de residuos, y por esto los excrementos y la orina de alrededor de 15.000 cerdos terminaban en las aguas de los ríos Achotillo y Caoni, y en los esteros Maldonado, La Sucia, Silanche y Cabuyal, que atraviesan las 542,8 hectáreas que ocupa la empresa Crecult S.A.
Proceso judicial
La primera denuncia en contra de Crecult se realizó durante la administración de Héctor Borja, en 2008. Un año más tarde, la población entabló una denuncia formal ante la Municipalidad y desde entonces se realizan las primeras inspecciones.
Inclusive, se firmó un acta de compromiso entre el gobierno municipal de Pedro Vicente Maldonado, la Dirección Provincial de Salud de Pichincha, el Ministerio de Ambiente y la empresa Crecult, en la cual esta última se comprometía a cumplir con todos los estatutos y la presentación de un informe de impacto ambiental Ex-Post y Plan de Manejo.
Según los funcionarios del Municipio éste presentaba muchas irregularidades y no cumplía con todas las normas ambientales. A pesar de esto, en septiembre de 2010, el Ministerio del Ambiente otorgó la licencia ambiental a la empresa Crecult S.A.
René Ruiz Torres, médico de profesión y activista, dijo que en un viaje que realizó al cantón en 2010, pudo percibir un “fogonazo” en el ambiente, a eso de las 18:00. Aunque los pobladores ya estaban acostumbrados, le explicaron que los gases provenían de la empresa porcícola.
A raíz de esto, se consolidó el Comité de Defensa de Pedro Vicente Maldonado, conformado por los pobladores de la zona, especialmente del barrio Paraíso Escondido-Bajo y Alto. Vicente Hidalgo, médico de la zona; el economista Lucas Pacheco, exdecano de la facultad de Economía de la Universidad Católica de Ecuador; y Marco Chiriboga, dueño de un restaurante local, presentaron una denuncia ante el Municipio para que atienda la demanda.
A su vez, el Cabildo presentó un reclamo formal ante el Ministerio de Ambiente, con lo que empezaron las numerosas investigaciones para comprobar la contaminación.
Contaminación
Los estudios realizados por el gobierno municipal de Pedro Vicente Maldonado y el Ministerio del Ambiente demostraron una alta contaminación por el mal tratamiento de residuos en la empresa.
Por ejemplo, los gases que se producían debido a las fumigaciones con aguas residuales en las plantaciones de palmito se evaporaban y generaban mal olor, según el alcalde, además no solo afectaban a los habitantes sino también las actividades turísticas.
Marco Chiriboga contó que en cierta ocasión recibió a alrededor de 30 turistas en su restaurante y al momento de servir la comida “un gas entre metano, amoniaco y sulfitos, molestó a sus clientes, quienes decidieron marcharse del lugar.
De igual manera, se investigó la contaminación de los ríos en Pedro Vicente Maldonado con el aporte económico de la fundación alemana Friedrich-Ebert-Stiftung en Ecuador (FES-Ildis), los laboratorios de la Universidad Central y la Universidad Católica.
El informe de la Senagua -realizado entre agosto y septiembre de 2011- establece que en el punto de derrame el índice de calidad del agua es: contaminada fuerte, 30,78, y para consumo humano, contaminada en exceso. En sitios lejanos al punto de derrame debido a la autodepuración del río y dilución en concentraciones de contaminantes, el índice de calidad del agua y para consumo humano, respectivamente, es: contaminación leve, 55,78, y contaminada, 30,78.
Se evidencia la presencia de heces fecales descompuestas (lodos), malos olores y descarga de aguas residuales en los ríos cercanos.
Se concluyó que el río Achotillo está contaminado y su agua no es adecuada para el consumo humano por la presencia de concentraciones considerables de aceites, grasas, aluminio, amoniaco, amonio y bacterias.
Cierre y revocatoria de licencia ambiental
Durante dos años el Municipio del cantón, junto con la población afectada, exigieron el cierre de esta empresa sin obtener resultados.
En octubre de 2011, el Municipio de Pedro Vicente Maldonado y el Ministerio de Ambiente inician acciones para revocar la licencia ambiental otorgada en septiembre de 2010 a la empresa Crecult.
El 10 de noviembre de 2011 se declaró culpable a la empresa por daño ambiental y se le impuso una multa de 52.800 dólares, más el cumplimiento de las normas exigidas y un nuevo plan de remediación.
A pesar de que los representantes de Crecult apelaron la sentencia en varias ocasiones, en un oficio emitido el 31 de agosto de 2012, por el Ministerio de Ambiente, se ratificó la sentencia emitida en noviembre de 2011.
La Ley de Jurisdicción Contencioso Administrativo, en el artículo 75, establece que no se suspenderá en ningún caso la ejecución del acto administrativo.
La Dirección Provincial de Pichincha dispuso: “La empresa Crecult S.A. debe cancelar el valor de la multa impuesta, dentro de un plazo de 15 días; y presentar un plan de remediación ambiental y de daños ocasionados al medio ambiente y la comunidad”.
El 11 de septiembre de 2012 la empresa fue clausurada y -según el alcalde Pacífico Egüez-, el 19 de octubre de 2012, antes del Enlace Ciudadano 294, en San Miguel de los Bancos, la ministra (e) de Medio Ambiente, Mercy Borbor, ratificó la revocatoria de la licencia ambiental a Crecult S.A.
Crecult no se manifiesta
El 7 de agosto pasado, este Diario acudió a las oficinas de Crecult ubicadas en Pedro Vicente Maldonado, pero en el lugar no se facilitó ninguna información, pues según versión de la secretaria y varios empleados, los directivos no estaban y ellos dijeron no estar autorizados a dar declaraciones sobre el tema.
Lo único que hicieron es decir que se debía hablar con el abogado Tomás Barrionuevo, en las oficinas de Hanaska-Catering Service en Quito. Sin embargo, el 8 de agosto, a través de una llamada telefónica, se dijo que no sabían nada de Barrionuevo.
Frente a ello, se llamó telefónicamente al expresidente de Crecult S.A., Federico Pérez Intriago, quien señaló que se encontraba en Nueva York (EE.UU.) y que regresaría el 14 de septiembre.
Al consultársele sobre los daños ambientales que habría ocasionado su empresa declaró: “No tengo idea de lo que me está hablando, no tengo nada que ver con Crecult, no tengo ninguna representación, no soy gerente, no soy socio, tengo entendido que no existe. Tienen que hablar con alguien de Crecult, es como si me preguntara algo de Cola-Cola”.
Frente a la consulta de si tiene entabladas demandas contra Chiriboga, dueño de una hostería en Pedro Vicente Maldonado, por el tema de la contaminación, el exprefecto de Pichincha dijo: “¿Quién es Marco Chiriboga? Ni idea de lo que me está hablando”. Aseguró aquello pese a que en la página web de la Función Judicial constan tres juicios entablados por Pérez contra Chiriboga, (lea mañana este tema).
Se le insistió en una entrevista personal, pero recalcó: “Si me va a preguntar sobre cosas que no consisten, de una vez le digo, pregúnteme sobre el Gobierno y le contesto. Yo ya no trabajo en el Ecuador, desde hace tiempo”.
Malos olores y contaminación del agua persisten
Tras un año de la multa impuesta por el Ministerio del Ambiente a Crecult, Pacífico Egüez dijo que piensa llegar a instancias penales para que se cumpla la sentencia. “Esa indemnización, todavía no... por parte del MAE, tiene que ser accionada. Obviamente que nosotros como población estamos alerta”, dijo.
Según las autoridades, los daños causados por la contaminación fueron serios, debido a las enfermedades que afectaron a la población.
Ese cantón es un lugar de paso obligado entre la capital y las playas, por eso depende especialmente de las actividades turísticas, las cuales fueron igualmente afectadas.
En marzo pasado Crecult presentó el Plan de Cierre y Abandono. Al respecto, varios pobladores consultados expresaron que la empresa ha cumplido “parcialmente” con la remediación ambiental, ya que en los últimos dos meses se ha sentido una mejoría en cuanto a la disipación de los malos olores. Sin embargo, exigen que se cumpla totalmente, pues temen un brote de enfermedades.
Con relación al agua, denunciaron seguir con problemas, porque persisten pasivos ambientales de la contaminación, causada por el mal tratamiento de residuos orgánicos por parte de Crecult.
El Plan de Cierre y Abandono señala que se mantendrá la infraestructura para futuros proyectos como por ejemplo bebederos de cerdos. Por esta razón, la preocupación actual es que se quiera volver a instalar una empresa porcícola en el lugar.
Édison Moya, funcionario del Municipio, explicó que eso es imposible gracias a que las nuevas normativas lo prohíben. Sin embargo, los habitantes se dicen preocupados ante la posibilidad de que la empresa Crecult reparta chancheras de menor producción en diferentes partes del cantón. “Tenemos miedo de que convierta al cantón en una chanchera”, insistieron.
Otro problema es la campaña de desprestigio que existe en contra de la Alcaldía, lo que ha causado división entre la población, según sus dirigentes.
Una parte de la población, según dijeron, tiene miedo de que en las próximas elecciones llegue al poder un alcalde que gobierne en favor de este tipo de empresas, lo que cambiaría las normativas y permitiría a Crecult u otra empresa porcina seguir contaminando. Según las autoridades, esta no es la única población con la que los dueños de la empresa porcícola tienen problemas a causa de sus negocios, pues en Santo Domingo de los Tsáchilas ocurriría algo similar.
Finalmente, se convocó a la población a entablar una demanda penal por la afectación a la salud y al medio ambiente que sufren desde hace casi 5 años. Exigen que se cumpla con la ley.