El plan es ambicioso. La inauguración del nuevo aeropuerto de Salinas, General Ulpiano Páez, no comprende solo la apertura de diversas rutas comerciales desde y hacia la Península de Santa Elena, sino que es parte del impulso económico y turístico que se le pretende dar al sector.

La terminal aérea, cuya infraestructura está lista -según indicó César Palacios, gobernador- solo tendrá tráfico de aerolíneas nacionales, pero las autoridades apuntan a que en un futuro haya rutas hacia el extranjero. Hoy se realizará el primer aterrizaje oficial en el sitio, a las 18:00. Será un vuelo proveniente de Quito, con diversos funcionarios e invitados especiales.

El funcionario provincial indicó que el costo total de la obra, que incluye, edificio, pistas y vías de acceso, es de 40 millones de dólares, aproximadamente.

Estaba previsto que la edificación de la terminal concluyera en mayo pasado, pero debido a diversos retrasos recién estuvo lista a inicios de diciembre. El tiempo de construcción fue de 18 meses.

Con la apertura del campo de aviación, las autoridades locales buscan repotenciar el turismo.

“Apuntamos a que el aeropuerto sea internacional, pero debemos tener una mejor infraestructura hotelera”.  

César Palacios Gobernador de Santa Elena

“Se apunta a que el aeropuerto sea internacional, pero esto deberá ir ligado a una mayor afluencia de turistas, a tener una infraestructura hotelera mayor. También una mejoría en los servicios básicos”, manifestó Palacios.

El representante del Ejecutivo manifestó que hay otras obras por edificar para que la terminal sea internacional.

“El alcantarillado en Salinas llega a un 30% y son pocas las calles asfaltadas. De qué sirve un aeropuerto internacional si no se cuenta con la infraestructura a nivel de ciudad adecuada”, explicó.

Las rutas a cubrir aún están en análisis. Una funcionalidad del aeropuerto es que recibirá aterrizajes nocturnos. La pista, de 2.437 metros de largo y 45 metros de ancho, tuvo un costo aproximado de 18 millones de dólares.

Debido a su cercanía con la playa de Mar Bravo, cada aterrizaje permite a los pasajeros observar el malecón del balneario y sus edificios. En la zona se construyó un muro de protección de roca de 3,5 km, que evita el ingreso de agua del mar a la pista.

El edificio terminal, que podrá albergar hasta 200 pasajeros, se levanta sobre una superficie de 2.800 metros cuadrados y está equipado con tecnología de punta.

La pista del aeropuerto responde a las especificaciones técnicas necesarias para el aterrizaje de aviones que realizan vuelos internacionales.

Con respecto a la obra, el presidente Correa destacó –meses atrás-: “Salinas será un centro de atención turística a nivel de toda América Latina”.

La pista, utilizada en el pasado para actividades militares tuvo adecuaciones en 1988, cuando la Dirección de Aviación Civil construyó en el lugar algunas estructuras aeronáuticas, tales como terminal, torre de control, hangar y casetas de equipos para las radio-ayudas, que estaban a cargo de la Fuerza Aérea.

Entre las aeronaves que podrá recibir la pista están los aviones Boeing 747, que transportan alrededor de 500 personas.

Se ha iniciado la planificación de los procesos de atención al cliente. El personal que trabajará en el aeropuerto está en su etapa de preparación en estrategias de marketing aerocomercial y turístico.