El humo y el olor a quemado se sintió en los exteriores del edificio del Ministerio de Agricultura (Amazonas y San Salvador, norte de Quito), el pasado viernes. Desde las 17:00, los funcionarios dejaron en sus oficinas la rutina del trabajo y salieron a festejar entre compañeros el año nuevo que se avecina.

"A quemar este 2013 se ha dicho", exclamó emocionado Marlon Acosta, miembro del departamento de Coordinación y Planificación de Agricultura, quien abrazó efusivamente a sus compañeras para desearles un próspero año.

Lo que más hubo fue buena  vibra. Algunos de los compañeros de trabajo no pudieron contener el llanto y la emoción. "Se viene una nueva etapa en nuestras vidas. Lo que yo quiero es que el 2014 esté lleno de  salud y que todos en el departamento nos llevemos bien", comentó Ximena Bedoya, mientras servía un "traguito" de ron a sus compañeros, quienes hicieron un círculo para incinerar un enorme muñeco apostado en uno de los árboles.

Un poco de acetona y gasolina sirvieron para encender el gran monigote que representó a uno de los compañeros de la oficina, por ser el más "chupetín", como bromearon todos.

A pocos metros, otro grupo de oficinistas salió y se unió al ánimo festivo. Solo que en lugar de quemar a enormes "viejos" llenos de aserrín, prefirieron quemar a pequeñas figuras de tela con un rótulo de todos los miembros de la oficina para que les vaya bien el próximo ciclo. "Todos queremos trabajo, porque nos ha ido mal", dijo un joven.

Ya para las 17:30, la gente siguió saliendo de sus oficinas y empezó a agolpar los monigotes en las esquinas de los edificios. Víctor Escobar, gerente comercial de la Empresa Metropolitana de Agua Potable y Alcantarillado (Emaap-Q), no fue la excepción. En esa oficina, el jefe, quien también se disfrazó con un jean negro con enormes gafas y una ostentosa peluca, dio permiso para que sus compañeros armen un programa festivo. "Feliz 2014" fue el grito que animó a todos a seguir con el festejo.

Por ello, desde las 15:00 se organizaron para presentar una coreografía de rock, interpretando a la agrupación Kiss. Dejó que las chicas se pongan pelucas y gafas para "salir guapísimas en las fotos, mientras quemaron los muñecos". Luego vino la quema del año viejo, en una de las aceras de la calle Polonia y Rumania (norte de Quito), los empleados de la Emaap-Q acostaron a dos enormes monigotes de cartón que representaron a los compañeros de oficina que miden el consumo de agua potable en los domicilios.

"Quemamos a uno de nuestros compañeros porque deseamos que a todos nos vaya bien. Deseamos que esta empresa salga adelante como fue en este año. Somos un equipo muy unido", comentó Escobar.

A diferencia de otros años, a los empleados no les interesa quemar monigotes de figuras públicas, de artistas o de personajes de la televisión. Ellos tienden a elegir a un compañero y lo arman a su imagen y semejanza, para que le vaya mejor el próximo año.

Hubo quienes -a manera de cábala- les dio por saltar sobre el muñeco en llamas. Así ocurrió con varias empleadas del Consejo Nacional de Control de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas (Consep). Al pie del edificio (Robles y Amazonas), María Eugenia se unió al festejo y sin más tomó impulso y saltó. "Es para la buena suerte", explicó la mujer con una risa nerviosa.

Las viudas también fueron el ingrediente que no pudo faltar. Alrededor de las 18:00, el personal de la Empresa Ecuacopia se concentró en las calles Whimper y Orellana. Tras instalar los parlantes con música a todo volumen. Allí, cinco de los nuevos miembros de la empresa, obligatoriamente, se vistieron de viudas.

"Es una costumbre que han tenido en la oficina", dijo Vicky Díaz, quien se disfrazó de "gatita", mientras que sus cuatro amigos utilizaron atuendos llamativos de mujer para detener a los carros y pedir "una colaboración". Ellos empezaron a hacer "vaca" desde las 14:30, hasta esa hora ya habían reunido cerca de 50 dólares.

"Lo que juntemos de dinero lo vamos a ocupar en trago", contó Carlos Gavilánez, miembro del departamento Técnico. Para ellos, al igual que para los quiteños, los festejos por Año Nuevo recién se inician.