Como hormigas obreras se movieron cerca de 100 colaboradores de la Asamblea durante la noche del miércoles y la mañana del jueves con el fin de dejar listo el salón del pleno para que las autoridades del Gobierno otorguen el informe a la nación, acto que se realiza cada 10 de Agosto.

El área de protocolo, liderada por Galo Ledesma, informó que los preparativos les tomó poco más de  dos meses y precisó que el trabajo empezó con la entrega de aproximadamente 1.500 invitaciones.

Entre los invitados están el cuerpo diplomático, organismos internacionales, asambleístas, alcaldes, prefectos, gobernadores, Fuerzas Armadas, así como familiares cercanos del primer mandatario, Rafael Correa y el vicepresidente, Lenín Moreno.

El salón del pleno sufrió algunas modificaciones temporales para dar cabida a los cerca de 1.500 invitados de distintas posturas y tendencias; es así que un grupo se encargó del desmontaje de las 163 butacas que usan los asambleístas, en la primera planta, y en su lugar colocaron 500 sillas.

En la segunda planta no se realizó ningún cambio, de modo que se dejaron las 700 butacas que generalmente acogen a grupos sociales. Otros grupos, en cambio, se dedicaron a preparar el sonido, las luces, la ventilación, la limpieza y no dejaron de moverse de un lado a otro. Algunos se colgaron de las paredes para programar los cuatro plasmas que hay en el Salón.

La idea es que mañana aparezca  una sola imagen; la de las autoridades con su mensaje a la nación, explicó uno de los técnicos que no dejaba de pensar en cómo cumpliría su cometido.

Especialistas en tecnología, que son los que más demoran por las constantes pruebas que deben hacer, comentaron que para dar mayor cobertura colocaron una pantalla fuera del salón del pleno y otra en la Plaza de la Independencia.

Sobre la seguridad, el coronel Patricio Andrade, de la Escolta Legislativa, dijo que las Fuerzas Armadas, la Policía y la Cruz Roja trabajarán de forma coordinada en la vigilancia.