Cuando Juan Andrés Galeas retornó a Quito (2 de mayo) declaró ante las autoridades que no estuvo retenido ni secuestrado como pensaban sus familiares, quienes lo reportaron como desaparecido el 29 de abril e iniciaron una campaña de búsqueda.

“Quería liberarme de todo, dejar todo atrás y vivir por mí mismo escapando de todas mis responsabilidades”, manifestó Juan Andrés, de 21 años.

En la versión que rindió en la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsiones y Secuestros consta que salió de su casa, situada en Cumbayá, el 29 de abril a las 08:15 y tomó el primero de los buses que lo trasladaron por las provincias de Pichincha, Manabí y Santa Elena.

Juan Andrés contó que en lugar de ir a clases viajó a Portoviejo, donde subió a otro carro con rumbo a Puerto López, allí decidió dormir en un parque porque no tenía dinero suficiente para un hotel. El 30 de abril se transportó a Montañita con la idea de encontrar un albergue, pero consiguió empleo en un restaurante.

No obstante, al caer la noche se fue a la playa y allí permaneció hasta el 1 de mayo, entonces regresó al comedor a ganarse $ 10. Cansado de dormir a la intemperie, arrendó una habitación para dormir cómodo.

A las 09:00 del 2 de mayo empacó su computadora, celular, reproductor musical y se dirigió a Cadeate (Santa Elena), donde un familiar, con quien lloró porque ambos sabían que lo buscaban por todas partes.

Juan Andrés dijo que para justificar su ausencia le dio a entender a su allegado que lo secuestraron, pero escapó. Agregó que se enteró de que lo buscaban por los mensajes que llegaban a su celular, cuando lo prendía, pues lo tenía la mayor parte del tiempo apagado.

Su pariente lo obligó a llamar a su madre para que le diga que estaba bien y que regresaría a casa. También se comunicaron con la Policía para que estén al tanto de su aparición.

Tras una evaluación médica que certificó su buena salud los agentes del orden lo llevaron a Manta, sitio en el que abordó el avión que lo regresó a Quito. La noche del viernes lo recibieron sus familiares y autoridades, a quienes les pidió disculpas.