Víctor Hugo Sánchez de 45 años, aún se encuentra convaleciente en la sala de terapia intensiva del Hospital Móvil del Ministerio de Salud Pública (MSP), que se instaló desde esta semana en Ricaurte, provincia de los Ríos. Su rostro refleja tranquilidad, luego de salir del estado crítico en el que se encontraba por ingerir licor adulterado, el mismo que ha matado hasta el momento a 21 personas.

A pesar de haber perdido la visión de uno de sus ojos como consecuencia de la ingesta de alcohol etílico mezclado con metanol o alcohol industrial, agradece al Gobierno y al Ministerio de Salud, por la presencia del hospital en este lugar y la atención que ha recibido, pues afirmó, que sin esta unidad móvil tal vez estaría sin vida.

"Hemos recibido una atención muy buena, que nos ha ayudado a recuperarnos", manifestó Sánchez, quien destacó que este hospital ha salvado su vida. "Gracias al personal y al equipo móvil", dijo este padre de familia, quien pidió que se haga justicia para que los responsables de la fabricación del alcohol adulterado paguen por las muertes registradas.

Junto a Sánchez, los médicos atienden a Arturo Yánez de 37 años, otro paciente ingresado por la ingesta de alcohol adulterado. Él llegó ayer (martes) al hospital y desde ese momento ha recibido todas las atenciones, permitiendo restablecer su situación de salud. "Aquí hay más especialista y los equipos son muy buenos", destacó Yánez, quien enfatizó que la adquisición de este hospital por parte del Gobierno ha sido acertada, pues en esta emergencia ha permitido salvar ya 12 vidas, especialmente de dos personas que estaban en estado crítico.

Y agregó: "Estamos muy contentos por la atención recibida, por los medicamentos que no fallan, cada media hora o dos horas nos están administrando el tratamiento necesario para esta intoxicación".

La atención, mencionó Adrián Salmon, jefe de Terapia Intensiva, ha sido permanente, pues la intoxicación registrada en los pacientes es engañosa, ya que pueden presentar cierta mejoría, pero luego recaer, es por ello, dijo, se necesita prestarle mucha atención a la evolución del paciente.

Indicó que los síntomas se presentan después de entre 12 y 24 horas de ingerido el alcohol. "Son mareos, dolor abdominal, náuseas, vómito (...) A veces presentan visión borrosa. Mientras que otros, pueden presentar ceguera súbita", manifestó Salmon, quien señaló que entre las consecuencias más graves está la ceguera y la muerte.

Asimismo, explicó que el alcohol metílico bloquea ciertas acciones del hígado que pueden ser mortales para otros órganos. "El antídoto del alcohol metílico (veneno) es el alcohol etílico, el cual tiene registro sanitario (...) Este antídoto se forma por la mezcla de media botella de alcohol etílico con agua y se le da dosis de cada dos horas a los pacientes", señaló el especialista, quien indicó que esto se lo suministra de forma oral.

Resaltó que para la aplicación de este tratamiento se necesita determinar algunos indicios en los pacientes. "No se lo puede administrar a todos", dijo. Adicional a ello se les da otros medicamentos para que eliminen las toxinas del hígado, que pueden afectar al nervio óptico.

Recordó que ya cinco pacientes, de los 12 ingresados, han sido dados de alta. "Uno estuvo muy crítico, casi al borde de la muerte, pero ya salió. Otro paciente grave fue aquel que perdió la visión en uno de sus ojos. A él se le hizo una diálisis de emergencia y se pudo recuperar su otro ojo".

Mientras que Walter Peñafiel, no pudo ocultar sus lágrimas, luego de que el doctor Salmon le dijo que su recuperación estaba avanzando. "Este hospital móvil está adecuado y la gestión para mi ingreso fue rápido. Estaba muy preocupado porque ya han muerto muchas personas", manifestó este chofer, quien destacó que el hospital esté en Ricaurte salvando vidas.

Además de Sánchez, Yánez y Peñafiel, también están siendo atendidos Manuel Aguilar Triana, Luis Alberto Jaramillo, Saul Álvarez y Carlos Miguel Suárez, quienes ingirieron alcohol adulterado. Se espera que lleguen otros dos pacientes con el mismo diagnóstico.