Un grupo familiar perteneciente a la comunidad huaorani mató a dos empleados de Ecuador Estratégico y causó heridas a otra más de la misma entidad, en un centro médico en Tiguino, provincia de Pastaza.

El incidente lo dio a conocer el ministro del Interior, José Serrano, quien manifestó que también habían desaparecido 4 personas. Sin embargo, tras varias horas de búsqueda fueron halladas.

El hecho se produjo cuando los aborígenes pidieron, en el dispensario, atención médica para un miembro de la familia que ya estaba sin vida. “Aparentemente estaba ahorcado, aunque todavía no se han determinado las causas que produjeron específicamente la muerte”, dijo el secretario de Estado.

Los nativos, que reaccionaron con violencia, según Serrano, arremetieron contra la doctora que los recibió, pero también causaron destrozos en las instalaciones.

Por el ataque con lanzas dos funcionarios fallecieron y otros se refugiaron en el campo petrolero de la empresa Petrobell. Cuatro se internaron en la selva y aparecieron en buen estado poco después.

El Ministro del Interior descartó que se deba a un problema con pueblos en aislamiento voluntario.

“Se trata directamente de una comunidad de la nacionalidad huaorani que está totalmente contactada y  ha estado vinculada a los proyectos de Ecuador Estratégico. Es un hecho aislado. No se trata del ataque de toda la comunidad, sino de una familia específica”, precisó.

Los fallecidos fueron Luis Arcenio Pinanjota y Juan Carlos Cadena Quishpe, oriundos de El Quinche, provincia de Pichincha. El ciudadano herido es Edwin Cadena Quishpe y está siendo atendido en el hospital de El Coca.

Carlos Larrea, ministro encargado de Defensa, aclaró que se ha formado un Comité de Crisis que incluye la Gobernación, la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas, que coordinan acciones a través de la Brigada de Selva No. 19, para –principalmente- facilitar la labor de la Fiscalía y el equipo de Criminalística.

Las víctimas son contratistas de la empresa Ecuador Estratégico y realizaban trabajos de agua potable en la zona.

A finales de 2012, una patrulla compuesta por policías y militares fue atacada por comuneros de Tiguino. El suceso, de acuerdo a un comunicado del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, dejó como saldo la destrucción de dos patrullas. En 2011, en cambio, un grupo de nativos de la misma zona se tomó las instalaciones de la compañía brasileña Petrobell.