En total normalidad se desarrolló ayer la jornada electoral para definir el rector y dos vicerrectores en la Universidad Central de Quito. A las 21:15 se dieron a conocer los resultados del sufragio, según los cuales ninguno de los cuatro candidatos logró la mayoría requerida.

Por lo tanto, se disputará una segunda vuelta entre los dos que alcanzaron el mayor número de votos: los médicos Édgar Samaniego, quien busca la reelección, y Fernando Sempértegui, ambos exdecanos de la Facultad de Medicina.

En las redes sociales se difundió que Samaniego logró el 38% de votos, frente a 28% de  Sempértegui. La segunda vuelta se realizará el próximo jueves 16 de enero.

Ayer, la jornada comenzó a las 08:00. Mientras los alumnos de la Facultad de Economía disputaban un campeonato amistoso con los  de Administración en una de las canchas de la Universidad, a  pocos metros, en el coliseo, se inauguraba la competencia electoral, que buscaba definir el futuro de los más de  50 mil estudiantes del Alma Mater.

Al margen de quién resulte ganador, los estudiantes centralinos esperan que el elegido ayude a la institución a recuperar la categoría A y además solucione problemas en cuanto a infraestructura, docencia e investigación.  

En la Facultad de Comunicación Social (Facso), por ejemplo, uno de sus alumnos, Martín Cobo, comentó  las falencias académicas: “manejamos equipos de hace 20 años, cuando debemos estar a la vanguardia de  la tecnología de las nuevas comunicaciones”.

Para utilizar las salas de audiovisuales se debe solicitar un permiso con tres o más semanas de anticipación. “Esto debería estar al alcance de los estudiantes”, dijo.

Martín votó en una de las urnas del estadio universitario. “Ninguno de los candidatos me ha convencido. Por eso yo voté nulo”, agregó.

Andrea Reascos, de la Facultad  de Ciencias Físicas y Matemáticas, se tomó más tiempo para pensar y antes de sufragar se reunió con algunas amigas de clase para discutir.  “Yo tengo mucha expectativa de qué mejoras habrá en la Universidad”, manifestó.

Según ella, en su facultad faltan retroproyectores y pantallas. “Para hacer exposiciones pasamos muchas penurias. No nos mandan trabajos de investigación, solo dictan la clase y no practicamos la materia. Eso es responsabilidad del profesor”, dijo.

Lo que buscan los docentes

Más de 40 carpas blancas con mesas representando a cada una de las facultades, se ubicaron a los costados del estadio universitario. Frente a ellas estaban más de 20  observadores de cada uno de los movimientos que postulaban a Édgar Samaniego, Franklin Tapia, Jorge Arroba y Fernando Sempértegui.

También estuvieron presentes comisiones del Consejo Electoral Nacional, quienes aparte de observar la jornada, proporcionaron las papeletas de votación y las urnas de cartón para los votos.

 Junto a ellos estuvo Jaime Jarrín, vocero del Consejo Electoral de la Central, quien recorrió durante la mañana las tres sedes de votación: el coliseo, el estadio y la asociación de empleados.

“El ganador se define sumando los votos de los docentes y los votos ponderados de estudiantes y trabajadores. De esos, el ganador debe tener la mitad más uno”, indicó Jarrín.

 Algunos docentes, como Édgar Herrera, decano de la Facultad de Filosofía, no apoyan la reelección de Édgar Samaniego, actual rector.

“Queremos regresar a la categoría A. Las nuevas autoridades deben estar a favor de la inversión en investigación  de docentes y estudiantes y promover  proyectos de vinculación con la sociedad”, expresó el educador.

   La aspiración general de los profesores es contar con apoyo universitario para su formación en títulos de cuarto nivel y Ph.D.

Al frente de la universidad está ubicada la sede de la Asociación de Empleados de la Central.

Uno de los trabajadores, Hugo Narváez, reconoció que aspira a que el nuevo rector impulse un alza en los salarios.  Según dice, estos se han congelado desde hace varios años. “Todo sube y para mí es difícil sostener a la familia”, comentó.