Luego de la visita la semana pasada a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), en Costa Rica, Ledy Zúñiga, ministra de Justicia, analiza la posibilidad de solicitar una audiencia para hacer un seguimiento a la resolución a favor de la comunidad Sarayaku, que fue emitida en 2012 por ese tribunal.

La funcionaria se reunió con Humberto Sierra, presidente de la CorteIDH; José Figueredo, su vicepresidente; y Pablo Saavedra, secretario ejecutivo del organismo. En la cita también estuvo Diego García, procurador general del Estado.

La ministra lamentó que el cronograma de cumplimiento de la sentencia se suspendiera temporalmente, por la decisión del pueblo Sarayaku de dar refugio a tres personas (Jiménez, Villavicencio y Figueroa) sentenciadas por la justicia ecuatoriana.

“Ya habíamos solicitado el proceso de extracción de la pentolita en la zona y las disculpas públicas que forman parte de la resolución”, dijo.

Explicó que la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos solo refiere a la explotación y extracción petrolera en ese sector, pero en ningún momento menciona sobre la jurisdicción territorial. “Las autoridades tienen que  velar por el orden público en todo el territorio ecuatoriano, y fuimos a defender el estado de derecho”.

Por ello, en la reunión que mantuvo con los miembros de la CorteIDH, se proporcionó información sobre la situación actual del pueblo Sarayaku, así como material audiovisual y notas periodísticas sobre el intento de la Policía de ingresar al pueblo Sarayaku, en el que se aprecia a sus miembros portando armas en actitud de custodia a los sentenciados.  

Indicó que hubo una tergiversación sobre el alcance de la sentencia de 2012, pues los sarayakus creyeron que se  prohibía el ingreso a su territorio de cualquier autoridad.
Para la ministra, la decisión de la comunidad indígena de acoger a los tres sentenciados deslegitima la lucha que tuvieron por tantos años para la reivindicación de sus derechos. “Ellos no pueden tomar decisiones al margen del país, pues forman parte del Estado ecuatoriano, único e indivisible”. En ese sentido,  alertó que los falsos nacionalismos ponen en riesgo la convivencia pacífica en Ecuador.

El último viernes, la Policía Nacional logró ingresar al territorio sarayaku para confirmar la presencia de Cléver Jiménez, Fernando Villavicencio y Carlos Figueroa, actualmente prófugos de la justicia. Sin embargo, sus dirigentes dijeron que  ya no se encontraban en el sitio.

Este fin de semana el liderazgo de los sarayakus fue renovado, lo que podría abrir las puertas del diálogo.