William Black, profesor de Economía de la Universidad de Misuri (EE.UU.), presentó ayer la conferencia ‘El milagro ecuatoriano’ en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).

El catedrático destacó la gestión del gobierno de Rafael Correa y recordó que hace ocho años se hablaba de Ecuador como un país en “una parálisis política”, ceñido por la corrupción. Relató que en esos momentos, más de 500.000 ecuatorianos salieron del país, cuando ciertos grupos oligarcas manejaban el poder.

A su criterio, con Correa el Ecuador logró “estabilidad política y una reducción significativa de la pobreza, la desigualdad y el desempleo”.

Acotó que los “milagros no surgen con el mero hecho de sentarse y rezar, sino con el trabajo duro, excepcional”, dijo, a la vez que manifestó que Ecuador tiene la ventaja de contar con un presidente economista y político a la vez.

Por ello, destacó como un logro el hecho de que Correa terminó con el pago de la deuda externa al Fondo Monetario Internacional (FMI), porque a su criterio ese organismo usa las deudas como una condicionalidad, dada desde el Consenso de Washington. “Correa advirtió que la privatización vino atada a la infraestructura débil”, indicó.

En este sentido, advirtió que la banca es un aliado de la oligarquía, “que no está contenta con Correa” y que su secreto es crear golpes inconstitucionales contra los líderes.

A su criterio, “la mejor manera de robar un banco es ser dueño del banco.