Las marcas que se empoderan del sector del arte y de la moda

El saber aprovechar las oportunidades que presenta el mercado es una habilidad casi imposible de ignorar. Es una tendencia que diversas marcas se fusionen con la moda.
Una empresa de agua mineral, sin estar concretamente relacionada con la moda o el arte, ha sabido abrirse campo en el sector y afianzar su imagen de marca planteándose como un producto elegante, estilizado, premium, de gran calidad, distinguido, histórico y actual.

La compañía eligió relacionarse con la moda ecuatoriana y la producción nacional. Para probar su afinidad con las nuevas tendencias institucionalizó el premio Slow Fashion.

El reconocimiento, entregado en cada edición del Designer Book, un evento anual que pretende posicionar a Samborondón como la capital de la moda, resalta la tendencia mundial de preferir la calidad, durabilidad y sostenibilidad de la producción textil en este ámbito.

Al materializar esta alianza estratégica, más allá de auspiciar un evento, se fusiona en los espacios de talentosos diseñadores ecuatorianos, estilistas, make-up artists, fotógrafos, entre otros.
Además, reconoce en la pasarela, junto a los mentores del Designer Book, diseños de creadores y propuestas de aquellos que recién se están integrando al sector.

Basándose en tendencias que trascienden fronteras, la marca se acerca a los públicos que se sienten identificados con lo que compone el mundo de la moda. Comparte sus espacios y logra un fuerte vínculo como referente de estilos y nuevas conductas.

Una alfombra roja de terciopelo se extiende en una locación, con luces. El salón de teatro colmado de elegantes individuos; todos portando un accesorio blanco. En la mitad del lugar, una escultura con el nombre de una marca de helado.

La empresa ha acogido esta tendencia de marketing como parte de su campaña ‘Celebración del Placer del Chocolate’, que inició en julio del año pasado.
La celebración blanca fue un evento que rompió esquemas, no solo por su glamour y sofisticación, sino por la estrategia de fusiones.

La  golosina se materializó en elementos de arte y moda. El glamuroso helado de 2 metros, coloreado con pintura automotriz, recubierto de hierro y con corazón de cera, fue obra de la artista plástica Larissa Marangoni.

El helado sirvió de inspiración y punto de partida para la  colección del diseñador de modas Fabrizio Célleri. El evento tuvo una iluminación de pasarela moderna y extravagante.
Así, entre una artista, una actriz y un diseñador de moda, la marca se subió a un pedestal para diferenciarse del resto de sus competidores.

Según Marcos Dueñas, gerente de marketing del helado, es un estilo de vida identificado con el glamour y la sofisticación. “En ese aspecto son muchos los campos que tiene en común con la moda y el arte”.
Dueñas afirma que, a través de la campaña, el helado blanco logró obtener excelentes resultados. Sobre todo en lo que respecta a la repercusión y presencia en redes sociales y medios de comunicación.

Un ejemplo más que ha elegido la cultura fashion-chic es un grupo industrial fabricante de cerámicas. Este, en 2015, lanzó una campaña bajo el concepto ‘Nueva Dimensión’.

María Cecilia Moscoso, directora de mercadeo, asegura que su producto representa una tendencia y un estilo de vida lleno de aspiraciones.
Bajo la temática de estilo y tendencia, se trabajó el relanzamiento de la marca, de la mano de modelos.
La Nueva Dimensión invade los espacios de las artes, absorbiendo el vanguardismo y la elegancia y presentando cuatro elementos clave: tiempo, espacio, gravedad y magnetismo.

Cecilia Moscoso afirma que el objetivo de la fusión fue involucrar las sensaciones del consumidor, recogiendo los beneficios en favor de la marca.

De igual forma, “es el mantenerse siempre en constante innovación para ir a la par con un consumidor que es cada vez más exigente y que demanda contemporaneidad global”.
Claramente, los estrategas comerciales tratan de descubrir y conquistar nuevos nichos y mercados vírgenes dentro de la sociedad; como en el caso del arte y la moda.

Sin embargo, en Ecuador este sector no siempre fue uno de los más llamativos e interesantes para las marcas. El repunte de este fragmento de la producción nacional sucedió hace 5 años, posicionándose ahora como uno de los más señalados.

Un sector que renace

Cada día Ecuador se acerca de la manera más optimista posible al desarrollo y el fortalecimiento de nuevas industrias que permiten que el país ‘aparezca’ en el mapa mundial e imponga su nombre ante la competencia internacional.

Este es el caso de la industria textil. Más aún, de la moda y del arte, que actualmente se fusionan.
Los diseñadores e industriales comenzaron a caminar en torno al nuevo sector productivo del país. Ya desde 2010 los ojos de los emprendedores nacionales decidieron enfocarse en su desarrollo.

En los primeros escalones se plantearon ideas que luego de cinco años han impactado la vida de muchos agentes relacionados al gremio. Eventos como Ecuadormoda explotaron grandes expectativas de negocios, congregando en su mayoría talento nacional.

El organizador de la feria, Manuel Wolf, la propuso como el inicio o la marca de partida; en comparación a reconocidos eventos internacionales, como Colombiamoda, que tiene ya más de 20 años ejecutándose.

La creación textil ecuatoriana, etiquetada como extremadamente artesanal y empírica, se hace a un lado para darle paso a una tendencia autónoma y altamente competitiva.

En esta transición han aportado múltiples factores y personalidades. La ex Miss Ecuador  María Susana Rivadeneira y Carlos Stowhas, su hermano, instauraron el Designer Book, un evento que ha logrado traspasar fronteras.

A la par de Ecuadormoda y Designer Book, diversas son las acciones que se han encargado de impulsar intensamente el sector del arte y la moda hasta lograr el reconocimiento internacional.

El redescubierto mundo de la moda también está siendo estimulado por el Gobierno. A través del Ministerio de Industrias y Productividad (Mipro) se busca “incrementar, mejorar y diversificar la oferta exportable de bienes y servicios de las micro, medianas y pequeñas empresas -mipymes- que forman parte de la estructura productiva del país”, según lo expuesto por el ministro Ramiro González durante la inauguración de la IV Feria Textil Expotex 2014.

De allí surge la propuesta, liderada por el Gobierno Provincial de Pichincha y el sector textil de la Cámara de la Pequeña Industria de Pichincha (Capeipi), de crear el Instituto Nacional de la Moda.