Publicidad

Ecuador, 22 de Septiembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

Las calles se convierten en escenarios artísticos

En 50 segundos debe deleitar a su público y dejar tiempo para recoger la colaboración de los espectadores.
En 50 segundos debe deleitar a su público y dejar tiempo para recoger la colaboración de los espectadores.
Foto: cortesía de John Sánchez Correa
22 de junio de 2017 - 00:00 - John Sánchez Correa, estudiante de la ULVR

La espera del cambio de luz en los semáforos suele ser irritante para muchos conductores de Guayaquil, pero Jorge Vera, de 19 años de edad, un malabarista de la calle, logra que la espera sea más llevadera.

 Con su espectáculo se encarga de distraer a las personas que aguardan por la luz verde.

Vera nació en Guayaquil y lleva 5 años mostrando en las calles su función de “la cuerda floja”. Este oficio lo aprendió como una alternativa para ganar dinero, luego de que sus padres se divorciaran.

“La cuerda floja la practico desde que tenía 8 años, cuando trabajé en un circo”, recuerda.

Su jornada empieza a las 07:00, cuando sale de su casa ubicada en la 45 y Francisco Segura (suroeste). De ahí suele acudir a uno de los 4 puntos de trabajo que tiene: 11 y Venezuela (suburbio), La Garzota (diagonal a la gasolinera Terpel de la Av. Guillermo Pareja), Alborada (diagonal a Plaza Mayor) y Mall del Sur.

En uno de esos puntos trabaja de 09:00 a 12:00, almuerza, y a las 13:00 reanuda su exhibición junto a sus dos colaboradores: Manuel Herrera, de 20 años, un amigo de infancia, y Nathaly Reyes, de 33 años, su novia desde hace 8 meses.

“Estoy agradecido con mi maestro (Jorge Vera), por él tengo un trabajo honrado y entretengo a muchas personas”, comenta Herrera.

Vera y sus ayudantes logran recaudar cerca de  $100 diarios.

“El dinero que ganamos lo repartimos entre los tres. Esto nos sirve para ayudar a nuestras familias y sobrevivir”, relata.

“Para las personas que laboramos en las calles es difícil mostrar nuestro arte porque muchas veces la Policía Metropolitana nos corre de los lugares”, comenta Vera mientras recuerda que su primera vez en la calle con la ‘cuerda floja’ fue cuando tenía 14 años. Ese día los municipales lo echaron del semáforo de la av. Ernesto Albán, en el  Mall del Sur.

Mientras arma el escenario (una base de tubos metálicos), Vera explica que los mejores sitios para trabajar son los semáforos donde la luz roja dura más de un minuto.

“Cuando estoy en la cuerda debo mantener la concentración en mi espectáculo y también en los carros del otro semáforo, que son los que me avisan 10 segundos antes que ya debo bajar”.

Comenta que en Ecuador no existe una cultura para apreciar el arte callejero. “Muchas personas creen que les estamos pidiendo caridad”, señala. Aunque también dice  que recibe palabras de halago por el trabajo que realiza.

El reconocido actor de televisión y teatro, Oswaldo Segura, explica que el arte callejero no se aprecia en nuestro país porque muchos de los artistas  abordan temas obscenos y eso lo ha degenerado. “Esto ocasionó daño a los buenos actores que brindaban fabulosos espectáculos”.

Segura recomienda que se agremien para salvar el arte callejero.

Para el taxista Julio Torres, de 61 años, el arte de Vera es muy bueno.

“Es asombroso lo que hace en poco tiempo. Se trepa a la cuerda y hace malabares”, dice mientras le da 50 centavos a Nathaly.

“Quienes más nos recompensan por nuestro arte son las señoras y los adultos mayores; mientras que es muy raro que un conductor de bus nos dé alguna moneda”, narra Herrera.

Vera  ha recorrido toda la Costa ecuatoriana y viajó el año pasado a Perú a demostrar sus destrezas. (I)

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

El Telégrafo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media