Las cooperativas anuncian que pedirán intervención de la ant
La revisión a buses urbanos se basa en parámetros de norma Inen 2205
Los gremios de choferes profesionales y dirigentes de transporte urbano anunciaron que buscarán acercamientos con el Cabildo, para flexibilizar las exigencias de la nueva revisión técnica vehicular.
Los representantes de dicho colectivo se quejan de que no están claras las estipulaciones de los nuevos controles: restricción de luces y adhesivos al interior de los vehículos, prohibición de altoparlantes, entre otros.
Los jefes de cooperativa adelantaron que enviarán comunicados a la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) para que interceda en la situación ante la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM).
Las exigencias del Cabildo están especificadas en la norma Inen 2205, en la cual se explican los requisitos mínimos de seguridad de los automotores: ubicación de rótulos para información útil a los pasajeros (línea, ruta, entrada y salida), sistemas de audio, distancia entre asientos, iluminación y materiales.
La norma establece una restricción para instalar cualquier elemento que altere el chasis y que no haya sido autorizado por el fabricante (art. 5.1.2.2).
Actualmente se puede observar buses en cuyo interior se presenta un aumento en el número de asientos para conseguir más pasajeros.
Carmen Manrique, dirigente de la cooperativa Cristal, admitió que los errores son comunes, pero se hacen esfuerzos por mantener la carrocería y el motor en buen estado. Ella se mostró preocupada porque -a su criterio- la mayoría de propietarios de las unidades no está en condiciones económicas de asumir los costos de la reparación íntegra para pasar el examen de la ATM. “En el peor de los casos tocaría invertir hasta $5.000”.
Para Édgar Loaiza, de la cooperativa La Garzota, las nuevas exigencias municipales no fueron informadas con suficiente antelación para comenzar con el mantenimiento respectivo.
Respecto de la prohibición de pegar rótulos ajenos al servicio justificó que algunos de ellos son publicidades de empresas y negocios con los que los choferes y cooperativas tienen convenio.
Esto, según dijo, permite mejorar los ingresos económicos y es una práctica “que también realizan las unidades de la Metrovía”.
En cambio el conductor Segundo Guananga, de la línea 35, considera que el control de luces y de ruido en el interior de los vehículos de transporte público es positivo.
El artículo 5.1.2.7 de la Inen 2205 estipula, en uno de sus literales, que no se permite la instalación de altavoces y parlantes para difundir programas radiales o música.
El trabajador afirmó que en ocasiones el excesivo ruido y las luces multicolores incomodan al pasajero, pero los conductores ignoran esta situación. “Falta educación en el gremio”.
De igual manera, la norma Inen 2205 establece la colocación de una rampa para facilitar el acceso de las personas con movilidad reducida, es decir, para las personas con discapacidad.
Dicha ayuda, actualmente, solo está disponible en los articulados de la Metrovía, no así en las unidades alimentadoras del sistema y otros buses.
Además también estipula un letrero luminoso que alerte a los pasajeros que el automotor está sobrepasando el límite de velocidad permitido. Esta particularidad se observa solo en los articulados nuevos de la Metrovía.
Según cifras del Cabildo se espera matricular 18.000 unidades de transporte urbano: 4.000 buses, 2.000 expresos y 12.000 particulares. Se anunció que habrá controles para exigir el cumplimiento de las ordenanzas municipales.