Publicidad

Ecuador, 24 de Septiembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

En Paraíso de la Flor el alcantarillado no satisface

En el bloque 10 del Paraíso de la Flor los moradores sufren problemas de alcantarillado. Tubos están a la vista.
En el bloque 10 del Paraíso de la Flor los moradores sufren problemas de alcantarillado. Tubos están a la vista.
Foto: Karly Torres / El Telégrafo
09 de mayo de 2016 - 00:00 - Redacción Guayaquil

La avenida Modesto Luque, con aceras, bordillos y alcantarillado, es la única obra concretada por el Municipio de Guayaquil que conocen los habitantes del bloque 10 de Paraíso de la Flor.

Desde hace casi 30 años, los moradores lidian con peatonales de tierra y arcilla. A eso se suma la ausencia de un eficiente sistema de alcantarillado sanitario.

A pocos metros del hogar de Lisset Saltos existe una zanja que recibe la carga residual de las manzanas cercanas. En el punto mencionado, se puede ver agua putrefacta y estancada; incluso hay excrementos que generan malos olores y riesgo para la salud de los vecinos.

No obstante, hay colectores instalados por el Cabildo desde hace casi un año “pero la obra quedó botada desde inicios de año”, asegura la moradora.

En las manzanas cercanas la historia se repite. Calixto Mieles, quien tiene 20 años en la zona, explicó que en algunos puntos, la obra municipal fue mal hecha “porque dejaron los cajetines colectores sin tapa”.

Además, otras cuadras no tienen aún conexión con el sistema de acueducto subterráneo  que se instaló en 2015. Cerca de donde vive Mieles, una escuela tiene tres tubos de desagüe que salen directo a la calle, a una altura de casi 3 metros.

Mientras que al pie de la vivienda del ciudadano, obreros de Interagua abrieron una zanja para permitir el paso del agua lluvia. Con el pasado invierno, el hueco se hizo más profundo y dejó expuestas conexiones de agua potable.

Otros moradores, en cambio, aseguran que solo los negocios y viviendas que dan hacia el área regenerada de la av. Modesto Luque cuentan con servicio de alcantarillado pluvial y sanitario.

Para Manuel Vargas, resulta irónico que buena parte del agua residual y pluvial llegue desde las zonas más altas y que parte de estos líquidos provengan desde la vía asfaltada. “A veces se rebozan los pozos sépticos y se drenan por las calles de tierra”, dijo.

Incluso, las alcantarillas que fueron colocadas en el espacio regenerado también presentan problemas porque aún no están conectadas a un ducto colector. Aunque son cada vez menos los arroyos de aguas servidas, estos no terminan por desaparecer.

Para Nancy Álvarez, quien tiene un micronegocio cerca de la zanja, percibir el hedor resulta incómodo durante la mayor parte del día. Lo pertinente sería tapar el lugar con ducto cajón, sugiere. “Es algo que nos han prometido desde hace varios años pero no sabemos si lo cumplirán”, indicó.

Un avance del informe del proceso de auditoría al Cabildo por parte del Ministerio de Ambiente reveló que en la zona de Flor de Bastión existen anomalías respecto al impacto ambiental del proyecto de operación de la Fase 1 del alcantarillado sanitario que se construye en el sitio.

La red abarca desde el bosque protector La Prosperina, en el sur, hasta la Av. Las Iguanas, en el norte, y desde la vía Perimetral al este hasta el corredor de una línea de transmisión de alto voltaje al oeste, según consta en el documento al que tuvo acceso este Diario.

Entre las observaciones de regularización ambiental efectuadas por el MAE, se cita que el expediente entregado por la Alcaldía se encuentra incompleto tanto en el físico como en el digital. No se presentó el oficio de aprobación de Términos de Referencia (TDR) ni Certificado de Intersección.

El estudio respectivo del proyecto fue aprobado con oficio N°. DMA-2013-2320 del 1 de julio de 2013. Sin embargo, el Municipio presenta los habilitantes para la emisión de la licencia recién el 29 de mayo de 2015 y no solicitó realizar alguna actualización del Plan de Manejo Ambiental (PMA) ni del Certificado de Intersección.

Además, los resultados de los análisis semestrales de los afluentes de la zona —incluido entre los condicionantes de la licencia ambiental— no fueron presentados.

Una auditoría ambiental es la evaluación de los elementos de un sistema que determina si son adecuados y efectivos para proteger al ambiente. Consiste en verificar y analizar la adecuación y aplicación de las medidas adoptadas por una entidad.

Aunque las obras de alcantarillado son competencia de la Empresa Municipal de Agua Potable (Emapag) e Interagua, la auditoría está dirigida a la Dirección de Medio Ambiente del Cabildo y, por tanto, es la única instancia autorizada para referirse al tema, aseguró la vocera de la concesionaria, Ilfn Florsheim.

Este Diario intentó contactar vía telefónica a algún representante de la Alcaldía pero no hubo respuesta. (I)

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

El Telégrafo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media