Los campeones del mundo de fútbol desfilan por Paris en un multitudinario carnaval
La selección francesa de fútbol desfiló por los Campos Elíseos de París este lunes, en un verdadero carnaval del que participaron cientos de miles de fanáticos que festejaban el título mundial obtenido el domingo en Moscú.
Mientras el autobús descubierto de dos pisos avanzaba lentamente hacia el Palacio del Elíseo, sede de la presidencia, la escuadrilla acrobática de la fuerza aérea sobrevoló la emblemática avenida parisina formando con sus fumígenos la bandera tricolor roja, blanca y azul.
El avión que transporto de regresó a la selección francesa había aterrizado en el aeropuerto Charles de Gaulle, al norte de París, poco antes de las 17:00 (hora ecuatoriana).
Allí los carros de bomberos del aeropuerto formaron un arco de agua de homenaje bajo el cual pasó lentamente el avión hasta el punto de detención.
El capitán Hugo Lloris, con el trofeo en la mano, y el seleccionador Didier Deschamps salieron los primeros del avión. Fueron recibidos por la ministra de Deportes, Laura Flessel, mientras el personal del aeropuerto cantaba "Merci les Bleus" (Gracias, Bleus).
En un autobús decorado con dos estrellas y con la mención "Campeón del mundo" se dirigieron hacia los Campos Elíseos.
Allí, cerca del Arco del Triunfo, transbordaron en el autobús descubierto con el cual recorrieron la emblemática avenida tal como hicieron hace 20 años, el 13 de julio de 1998, los Bleus campeones del Mundial organizado por Francia.
"Estamos muy orgullosos de este equipo, ¡son nuestros jugadores!", se entusiasmaba Priscilla Lagneux, que había llegado al lugar con amigos unas horas antes. "Teníamos que verles y la Copa también", explica esta mujer de 28 años, que esperaba poder ver de cerca a su jugador favorito, Paul Pogba.
"Tenemos una Francia preciosa. Todo el mundo está contento, todo el mundo es estupendo", celebraba Anna, de 16 años. "Mi padre me ha cansado tanto con el 98... ¡ahora puedo vivir yo esto!", sonríe.
- Legión de Honor -
Después del desfile, los Bleus fueron recibidos por el presidente Emmanuel Macron en el Palacio del Elíseo, donde varios jóvenes estaban invitados a presenciar la recepción oficial, antes de que los jugadores se dirijan al Hotel Crillon, en la plaza de la Concordia, para continuar la fiesta.
Macron, quien estaba acompañado por su esposa Brigitte, pidió a los jugadores "no cambien" porque --aseveró-- este equipo es maravilloso porque es unido".(D)