La Conmebol y las directivas de los clubes argentinos River Plate y Boca Juniors decidirán este martes 27 de noviembre cuándo y en qué condiciones se jugará el partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores, suspendida tras los violentos altercados que se produjeron el sábado, en las inmediaciones del estadio Monumental de Núñez, en Buenos Aires.

El Consejo y el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, anunciaron el domingo 25 de noviembre el aplazamiento sin fecha del partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores con el objetivo de “preservar la igualdad deportiva”, después de que varios jugadores de Boca resultaran heridos el sábado, luego de que su bus fuera atacado por un grupo de personas con camisetas y banderas de River.

La Conmebol cursó así la solicitud de la dirigencia de Boca Juniors, que alegó que la “magnitud y gravedad” de los incidentes violentos que se produjeron en las inmediaciones del estadio Monumental de Buenos Aires provocaron “consecuencias” en su plantilla, según informaron fuentes del club en un comunicado oficial.

En la reunión de este martes 27 de noviembre, que comenzará a las 10:00 de Paraguay (08:00 de Ecuador) en la sede de la Confederación, las autoridades del fútbol suramericano y los presidentes de River Plate y Boca Juniors, Rodolfo D’Onofrio y Daniel Angelici, decidirán la fecha del encuentro y el lugar en el que se jugará.

Domínguez aseguró que el partido “se va a jugar y que se hará en igualdad de condiciones, para generar un buen espectáculo deportivo, que dé confianza y que no haya ninguna excusa por parte de ningún equipo”.

Para preservar esa igualdad de condiciones, el encuentro debería celebrarse en el estadio Monumental de River Plate, ya que el partido de ida se jugó en la “Bombonera” de Boca, lo que despeja las informaciones de que el partido podría jugarse fuera de Argentina.

En ese sentido, River Plate pidió a sus aficionados este domingo y tras conocerse el aplazamiento, a través de su cuenta oficial de Twitter, que conserven las entradas del partido que habría tenido que disputarse el sábado.

Las palabras de Domínguez también descartan la posibilidad de que se otorgue la victoria a Boca Juniors por la descalificación del rival, como sucedió en 2015, en otra eliminatoria River-Boca, en la fase de octavos de final de la Copa Libertadores.

En aquella ocasión el lanzamiento de gas pimienta por parte de aficionados “xeneizes” provocó la expulsión de su equipo de la competición, además de una sanción y la clasificación directa a cuartos de los “millonarios”.

Por otra parte, el capitán de Boca Juniors, Pablo Pérez, uno de los más afectados por la agresión que sufrieron los jugadores del “Xeneize” el sábado, antes del ingreso al estadio Monumental, dijo que “la gente estaba loca” y que si llegaban a ganar podían matarlo. “No puedo ir a una cancha donde no me brindan seguridad. ¿Qué pasaba si jugábamos y ganábamos? ¿Quién me saca de ahí? Si la gente estaba loca antes de entrar imagínate si dábamos la vuelta en su cancha... ¡me matan! No voy a jugar en una cancha donde puedo morir”.

Boca pide descalificar a River

El “pacto de caballeros” entre Daniel Angelici, presidente de Boca, y Rodolfo D’Onofrio, titular de River, mediante el cual se postergó la Superfinal tras los incidentes con el plantel “xeneize” en las inmediaciones del Monumental, duró menos de 24 horas.

El Boca realizó una presentación ante Conmebol en la que pide la descalificación de River de la Copa Libertadores y, en consecuencia, quedarse con la corona.

Según el escrito de 15 fojas que el propio presidente de Boca aceptó que presentó a la Conmebol, el club entiende que será desigual cualquier medida que tome el Tribunal de Disciplina que no sea similar al fallo de 2015, durante el episodio gas pimienta.

“La jurisprudencia de los órganos disciplinarios de Conmebol en hechos similares conducen a la descalificación de River Plate. En particular, en la decisión del expediente O/69/15 del 16 de mayo de 2015, siendo los clubes involucrados los mismos, Boca Juniors fue descalificado de la Copa Libertadores 2015, precedente que marca postura por parte de los órganos disciplinarios de Conmebol (...)”, subraya parte el escrito al que tuvo acceso el sitio Infobae. (I)

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Gobierno pide “investigar bien” y buscar responsables

El Gobierno argentino abogó este lunes 26 de noviembre por “investigar bien y encontrar al responsable” de los incidentes violentos ocurridos, el pasado sábado, en las inmediaciones del estadio Monumental de River Plate.

La justicia argentina puso este domingo 25 de noviembre por la tarde en libertad, por no tener antecedentes, pero con medidas cautelares, a las 30 personas que fueron detenidas el sábado por “atentado y resistencia a la autoridad” durante los disturbios en las afueras del estadio.

“Cuando combatís las mafias, muchas veces esas mafias se defienden. Hay que trabajar para que tengan menos impacto, pero no hay que dudar de ese camino de erradicar la violencia”, señaló el jefe del Gabinete de Ministros, Marcos Peña, al ser consultado sobre el tema en una conferencia este lunes en Buenos Aires.

Ya el domingo por la tarde y al conocerse del aplazamiento sin fecha fijada del encuentro, el alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, culpó a los hinchas violentos, conocidos como “barras bravas”, a los que acusó de los disturbios por ser “mafias enquistadas en el fútbol hace más de 50 años”.

El Gobierno apunta a que los disturbios del sábado se dieron en respuesta al operativo policial de la semana pasada, por el que se incautaron 300 entradas por haber sido realizadas en reventa ilegal, en registros que se dieron, entre otros lugares, en el domicilio del cabecilla de “Los Borrachos del Tablón”, el grupo de ultras de River Plate. (I)