El papa Francisco recibió ayer en el Vaticano la Copa Libertadores por parte de una delegación del club argentino San Lorenzo, que ganó el trofeo el miércoles anterior al derrotar al Nacional de Paraguay.

Francisco es hincha confeso del ‘Ciclón’, y los principales directivos del club, jugadores y el técnico Edgardo Bauza, ex Liga de Quito, le obsequiaron camisetas azulgranas del equipo bonaerense.

En el encuentro en la sala Pablo VI en la que estaban presentes 7.000 personas, el Sumo Pontífice levantó  la  Copa plateada y recibió de los integrantes del equipo varias camisetas con los colores rojo y azul del plantel ‘gaucho’.

“Saludo a los campeones de América, el equipo de San Lorenzo, aquí presente. Es parte de mi identidad cultural”, manifestó el Papa durante la audiencia semanal en el Vaticano.

“Que la peregrinación al sepulcro de los apóstoles Pedro y Pablo aumente su fe y estimule la caridad para con los pobres y necesitados”, añadió el Pontífice, hincha del club desde su infancia.

La comitiva luego tuvo un encuentro privado en el salón Juan Pablo II, donde saludaron al papa Francisco y le entregaron una réplica de la Copa Libertadores.

En la audiencia semanal en la sala Pablo VI la delegación del club, integrada por el entrenador, Edgardo Bauza, los futbolistas Julio Buffarini y Juan Mercier, el director deportivo Bernardo Romeo, el presidente Matías Lammens y el vicepresidente, Marcelo Tinelli, se ubicó en un lugar especial para saludar y fotografiarse con el Papa argentino. Mercier filmó con su celular la bendición que el Pontífice le dio a su familia.

La ceremonia se vio afectada por el dolor del Papa luego del accidente que sufrió su sobrino Emanuel Bergoglio en la ciudad de Córdoba, en el que fallecieron su esposa y sus 2 hijos. “Nos dijo que le dimos 2 minutos de felicidad. Pese a que lo vimos apenado, vivimos un momento hermoso y se lo agradecemos de corazón”, manifestó el ‘Patón’ Bauza tras el encuentro. Luego de darle el pésame, Tinelli reconoció que le temblaron las piernas al verlo.

“Fue emocionante, como siempre, con lágrimas en los ojos para todos nosotros. Traer la Copa Libertadores era el sueño de toda una vida”, agregó el vicepresidente, quien recordó que en diciembre cuando ganaron el torneo argentino y visitaron al Papa, le prometieron regresar si alzaban el trofeo del máximo torneo continental.

“Para mí San Lorenzo era el equipo de la familia. Mi papá jugaba en el equipo de básquet. De chicos también mamá venía con nosotros al estadio. Me acuerdo el equipo del 46, un plantel brillante era San Lorenzo. Lo vivo con alegría”, comentó esta semana el papa Francisco al retornar de Corea del Sur.