La polémica de mantener o cambiar el nombre del nuevo aeropuerto de Quito podría concluir hoy con una resolución del Concejo Metropolitano. Sin embargo, antiguas autoridades de Estado, artistas, deportistas y la ciudadanía en general tienen sus propias opiniones.  

Pablo Ávalos, comerciante, explica que la mejor opción para el nombre de la nueva terminal aérea es el del prócer de la Independencia Eugenio Espejo. Explica que se debería cambiar el nombre porque es un nuevo lugar, y el actual debería quedar para el parque que se construirá en lugar del actual aeropuerto, según él “Eugenio Espejo es más conocido por los ecuatorianos”. 

Fabián Alarcón, presidente interino en 1997, concuerda con Peñaherrera porque el nombre ya es conocido internacionalmente y no sería “conveniente” cambiarlo.

Quien no concuerda con esas opiniones es el cantante de tecnocumbia Widinson Serrano. Él se inclina por el nombre de Eugenio Espejo, porque, a su criterio, es necesario que el aeropuerto ecuatoriano más conocido internacionalmente lleve el nombre de un prócer nacional.    

El montañista ambateño Iván Vallejo tiene un posición neutral. Según el deportista de élite, si se cambiase el nombre elegiría Mitad del Mundo. “Es representativo, el mundo conoce al Ecuador por esa característica”, acotó, tras anotar que mantener el nombre actual también sería ventajoso porque ya es reconocido así a nivel mundial.     

En Twitter varias personas opinaron sobre el cambio de denominación. Por ejemplo el usuario Ecce H señala: “Tiene que cambiarse el nombre del Nuevo Aeropuerto de Quito… El Mariscal AJ de Sucre No tiene nada que ver con la memoria histórica”.            

La twittera Susana Morán, en cambio, considera que el nombre de la terminal aérea no debe modificarse: “Yo tampoco entiendo por qué la Alcaldía quiere cambiar el nombre del aeropuerto Mariscal Sucre de Quito”, escribió.    

En las calles también los peatones opinaron. La mayoría concuerda con el cambio de nombre y se inclina por Eugenio Espejo.

Luis Andrade, estudiante de arquitectura, en cambio, apoya el nombre Mitad del Mundo porque sería más representativo: “Sucre es venezolano, sería mejor un nombre ecuatoriano”.