La Federación Ecuatoriana de Fútbol es la única de las 10 asociaciones nacionales de Sudamérica que no ha definido seleccionador oficial de cara a las próximas eliminatorias mundialistas.

El organismo finiquitó contrato con Hernán Darío Gómez a finales de julio pasado, luego de dos derrotas y un empate en la Copa América de Brasil, pero en más de cuatro meses no ha logrado encontrar a su reemplazante fijo. En sus planes no consta Jorge Célico como opción para liderar el nuevo proyecto, del cual aún se desconoce su contenido.

Y mientras el entrenador argentino, que destacó este 2019 con la selección nacional sub-20 en el Sudamericano de Chile y en el Mundial de Polonia, ha supervisado, analizado, convocado y entrenado a cerca de 50 futbolistas ecuatorianos, han llovido los nombres de famosos estrategas, como Jurgen Klinsmann, José Pékerman, Fernando Hierro, entre otros, como supuestos candidatos para dirigir a la Tricolor.

La falta de seleccionador no es la única preocupación de los aficionados del fútbol nacional, sino también la realidad actual del combinado mayor que en el ranking FIFA solo supera entre los sudamericanos a Bolivia, que disputó su último Mundial hace 25 años.

Sin la certeza de quién será el entrenador que guíe a la selección rumbo a Catar 2022, ni la fecha en que se lo elija, Ecuador está muy lejos de ser candidato para conseguir un boleto, tomando en cuenta -además- que sus rivales han dado algunos pasos en sus respectivos procesos.

Los seleccionadores de los nueve países, incluso Bolivia, conocen qué jugadores tienen las condiciones para ser parte de un equipo que disputa el torneo más fuerte del continente y tal vez la eliminatoria más dura del mundo. Ecuador, en cambio, sigue perdiendo un tiempo valioso en el que el estratega podría descartar, descubrir, preparar o potenciar futbolistas.

A tres meses y un poco más del primer partido, la Tricolor es un enigma. Un equipo que no llegó a Rusia 2018 y que no puede contar con algunos jugadores suspendidos por indisciplina. (O)