¿Es difícil publicar un libro en Ecuador? ¿Cuál es la oferta editorial que existe en el país? ¿Cuáles son los criterios de las editoriales para considerar que un libro es bueno para su publicación? ¿Es verdad que muchos de los sellos locales le están apostando a los libros digitales, antes que a los físicos por un tema de costos? ¿Es la poesía el género que más se imprime en el país? ¿Es cierto que la literatura infantil ha ganado mayor terreno en los últimos años?

El objetivo de esta nueva edición, además de contestar de alguna manera a estas preguntas, es presentar un mapa de las editoriales nuevas y tradicionales que mayor eco han hecho hasta la actualidad en el Ecuador. Esto, como un ejercicio para que los creadores conozcan las alternativas que existen para publicar sus trabajos y que los lectores tengan información detallada sobre las obras nacionales que están circulando en las diferentes librerías del país.

Así, por ejemplo, nuestro recorrido arranca con las propuestas que ofrece la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE) a través de la editorial que actualmente lleva el nombre del fenecido autor Pedro Jorge Vera, y, dentro de sus publicaciones, destacamos las que ha venido realizando el poeta cuencano Cristóbal Zapata desde el Núcleo del Azuay de la CCE. Después, abordamos a las editoriales privadas con trayectoria en el país, como Libresa, que se constituye como una compañía que ha editado más de 1 000 títulos de 200 autores, o como Santillana, que recientemente vendió varios de sus sellos (Alfaguara, Taurus, Aguilar, Suma de Letras, Punto de Lectura, Altea, Fontanar y Objetiva) a Penguin Random House.

Pero también, nuestro mapa hace énfasis en las propuestas independientes que han entrado con fuerza a competir con los grandes sellos editoriales, como La Caracola, que surge en 2007 por iniciativa de Yanko Molina, Andrés Caicedo y Juan Carlos Arteaga, o la editorial Doble Rostro, la cual aparece hace 7 años por iniciativa de la narradora Sandra Araya.

Esperamos que este recorrido sirva como un estímulo para que los creadores y lectores sepan de la diversidad de propuestas que existen en el país, en medio de monstruos editoriales que cada día acaparan más el mercado de los libros con propuestas superficiales y comerciales.