Una expulsión inspiró la creación del aerosol 9.15
En 2002, Pablo César Silva jugaba un partido entre exalumnos de su colegio y, cerca del final, un tiro libre a favor de su equipo podía ser definitivo. Antes de ejecutar el disparo, empezó a quejarse con el árbitro porque la barrera y el lugar de la falta no tenían la distancia reglamentaria. El juez no le hacía caso. Pablo exageró su reclamo y tuvo que irse expulsado.
Con la cabeza caliente, camino a casa, decidió buscar una solución ante aquella injusticia.
Hoy, el argentino le da gracias al árbitro que lo expulsó. Aquel episodio le sirvió como inspiración para crear el aerosol 9.15 Fair Play. El producto tiene como objetivo marcar la distancia entre la barrera y el balón. El Mundial de Brasil 2014 adoptará ese instrumento por primera vez en su historia.
Su creador es un periodista deportivo que ejerció esa profesión durante más de 20 años en diarios argentinos, como La Nación, La Capital, La Vanguardia, entre otros medios. Entre 2002 y 2008 desarrolló su producto de manera artesanal.
“Tenía clara la idea del producto, pero no tenía idea en lo que se refiere a montar y crear una empresa. Era yo solo y después hubo gente que me ayudó, pero siempre fuimos pocos”, dijo Silva en una entrevista telefónica con EL TELÉGRAFO desde Buenos Aires.
Silva admitió que se sintió incrédulo cuando le comunicaron que su producto iba a estar presente en las canchas de Brasil. Apenas en 2008 el producto ‘debutó’ en un partido entre Chacarita y Atlético Rafaela en el torneo de Primera B nacional. Medio año después, el spray se ‘regaba’ en los partidos de primera división de su país.
“Una persona que fue la llave para introducirlo en Argentina y luego en el mundo fue Julio Grondona (vicepresidente de la FIFA y presidente de la AFA). De una manera generosa me ayudó desde el primer momento. Y fue visionario, porque pudo advertir que esa herramienta servía para poner justicia en los tiros libres y ayudar en el arbitraje”, comentó.
Luego de la incursión en argentina, el bote de aerosol comenzó su andadura en los torneos internacionales de la Conmebol, como la Copa Sudamericana, la Copa Libertadores y la Copa América de Argentina 2011.
En las últimas Eliminatorias para el Mundial de Brasil también fue usado en todos los estadios de Sudamérica.
Como cualquier artefacto nuevo, al principio causó reticencia en los árbitros que debían usarlo cada fin de semana. “La cualidad más importante del producto es ver el efecto que causa su uso. Eso fue derribando todo tipo de barreras y mitos que se crearon al inicio. El éxito ha ido abriendo otros caminos en el fútbol mundial”, comentó.
Silva contó que Joseph Blatter, presidente de la FIFA, y Michel Platini, principal de la UEFA, tuvieron sus dudas cuando se les presentó el producto, pero de a poco se mostraron convencidos.
Por esa razón, la FIFA probó la funcionalidad del aerosol en el Mundial Sub-17, luego en el Mundial Sub-20 y, más recientemente, en el Mundial de Clubes que se disputó en 2013 en Marruecos.
Silva es hincha de Argentinos Juniors, pero últimamente también del aerosol 9.15: “Es una satisfacción, como cuando un padre mira a un hijo marcar un gol, cuando el producto sirve para poner justicia en la cancha y se marca un gol. Ver eso plasmado, después del esfuerzo de mucho tiempo, es algo inigualable”.
El proceso de fabricación no es algo complicado. Silva trabaja junto a la empresa argentina más importante de aerosoles. Está compuesto por una sustancia de gas líquido que desaparece del gramado entre 45 segundos y 2 minutos. Además, según su creador, no es contaminante ni daña la capa de ozono, tampoco el césped o los zapatos de los jugadores. Por partido se utiliza un promedio de cuatro botes.
El periodista confirmó también que la semana pasada recibió una llamada de la UEFA para que su producto también sea usado en las competiciones europeas a partir de mitad de año.
“Vivo este momento con mucha alegría y orgullo por todo lo que ha sucedido en estos últimos años. Somos una empresa muy pequeña que empezó con mucho sacrificio y mucha esperanza. La verdad es que no creí que podíamos llegar al Mundial, porque me pongo a pensar que que el aerosol tiene poco tiempo en el fútbol profesional”, agregó.
Silva veía lejana la posibilidad de clasificar al Mundial, pero en su mente se fraguó una idea que ahora, además de derramar espuma en el césped, imparte también justicia.