A la joven guayaquileña Cinthya Nivelo “le habrían faltado entre 8 y 10 litros de agua en su cuerpo”, señaló su padre Freddy, que recibió esa información de los médicos en la Clínica Kennedy. La muerte de Cinthya Nivelo se produjo, entonces, por dos infartos como consecuencia de esa severa deshidratación, durante la carrera denominada La Lodiza.

“En la Kennedy me dijeron que los órganos de mi hija fallecida estaban deshidratados;  inclusive el cerebro, que es uno de los últimos (órganos) en deshidratarse. La misma versión me dieron en la morgue de la Policía Judicial”, mencionó el progenitor, quien agregó que luego de sepultar los restos de su hija iniciará los trámites pertinentes para demandar, por supuesta negligencia, a los dueños de la empresa War Race, que organizan la competencia extrema.

Nivelo interpondrá medidas legales basado en la versión de una de sus amigas (Andrea Rivadeneira). Ella reveló que no hubo ayuda por parte de los organizadores. “No tuvieron una buena logística. En el kilómetro 6 (eran 10 k), en el ascenso al cerro, no había cómo bajarla. Allí tampoco contaban con agua para hidratarla, ni siquiera una persona capacitada que le brinde primeros auxilios”, indicó.

Por su parte, en una carta que ayer emitieron los responsables de la carrera,  reconocieron que Cinthya integró uno de los equipos que compitió el domingo 14 de abril y lamentaron su fallecimiento.

Pero a la vez desmintieron las versiones que sugieren que se cometió negligencia por parte de la organización. “Tomamos medidas de seguridad para garantizar la integridad física de los participantes: cuerpo médico, bomberos, puntos de hidratación. La señorita Nivelo recibió atención inmediata por los paramédicos”.

Agregaron que “los 900 atletas suscribieron una declaración en la que afirmaron  que gozan de las aptitudes físicas y psicológicas para la carrera de alto rendimiento”.