Mónaco.-

El español Rafa Nadal, número dos del mundo y vigente campeón del torneo, se clasificó ayer a los octavos de final del Masters 1.000 de Miami, tras vencer cómodamente en dos sets (6-4, 6-3) al finlandés Jarkko Nieminen (48º).

El tenista balear solventó con relativa facilidad su dedut en la presente edición del torneo monegasco, en 1 hora 26 minutos de juego, cediendo sólo un servicio y demostrando estar en buena forma física, después de que en las semifinales de Miami, el 30 de marzo, tuviera que retirarse por una lesión en su rodilla izquierda.

“He jugado un partido normal. Nada especial. Ni muy bueno, mi muy malo”, estimó. “Era mi primer partido en tierra batida desde hace mucho y mi primer partido tras quince días sin tocar la raqueta, con sólo cinco y seis días de entrenamiento”, recordó.

Nadal empezó con cautela en la pista central, probándose durante el primer set, pero fue de menos a más y no dio opción en ningún momento a su rival, que jugó con valentía pero sin las armas necesarias para doblegar al mallorquín, que no pierde en Montecarlo desde 2003, ante el argentino Guillermo Coria.

Desde entonces, Nadal es el amo del torneo, ya que acumula siete títulos consecutivos en Montecarlo, desde que lo ganara por primera vez en 2005, y ostenta una racha de 38 victorias consecutivas. En la próxima ronda, Nadal se medirá al kazajo Kazakh Mikhail Kukushkin, procedente de la fase previa de clasificación.

Por su parte, el número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic, derrotó sin problemas al italiano Andreas Seppi (44º) en dos sets (6-1, 6-4), logrando la clasificación para los octavos de final del Masters 1.000 de Montecarlo.

“Nole” no encontró resistencia en Seppi y solventó el encuentro en dos sets, sin realizar un gran esfuerzo físico, lo que lo ayudará en los octavos de final del torneo, donde se enfrentará a un rival algo más complicado, el ucraniano Alexandr Dolgopolov (21º).

“He jugado un primer set muy bueno, estaba muy concentrado. (Seppi) fue un duro rival, que juega bien en tierra batida. Para ser mi primer partido en tierra desde Roland Garros del año pasado, estoy satisfecho. Se necesita tiempo para adaptarse a la superficie”, explicó Djokovic.

Sobre Dolgopolov, que será su rival en octavos, dijo que es un jugador talentoso y que se desenvuelve bien en este terreno.

“Es un tenista con mucho talento, que se mueve de forma atípica, cambia a menudo de ritmo y es muy peligroso en tierra batida, una superficie más lenta que le deja tiempo para preparar sus golpes”.

Entre tanto, el español David Ferrer, finalista en Mónaco en 2011, vivió una gran desilusión al quedar eliminado ayer en su estreno en esta edición, en la segunda ronda del Masters 1.000 de Montecarlo, ante el brasileño Thomaz Bellucci en dos sets (6-3, 6-2).

Ferrer, número 6 mundial, que destaca a menudo por su regularidad, había siempre llegado, por lo menos, a los octavos de final, desde su primera participación en 2003. Había sido cuarto finalista en 2005, 2006, 2007 y 2008, y semifinalista en 2010.