El delantero de Deportivo Quito, Walter Calderón, compartirá la Noche Buena y la Navidad junto a sus 4 hijos y su madre Josefina Calderón, en Quito.

Dyllan, de 15 años; Sanneth, de 14; Jussara, de 10 y Ronalyson, de 2 años, son sus vástagos, a quienes tratará de regalarles ropa y juguetes. “Los más grandes ya son conscientes de la situación económica que atravieso actualmente”, contó.

Pero confesó que es su responsabilidad encontrar la forma para contentar a sus pequeños en esta Navidad. “Me molesta no poder comprarles más regalos, porque ya los acostumbré a un estilo de vida al que yo también me adapté, pero ahora tenemos que cambiarlo por el mal momento financiero que vivo”.

El Año Nuevo se desplazará a su pueblo natal en el Valle del Chota, en Imbabura, donde suele jugar partidos recreativos con los niños de la localidad.

‘Mamita’ Calderón, al igual que sus compañeros, no cobra sus haberes desde hace 8 meses.

Cuando recibía su sueldo regularmente, el goleador de 36 años tenía la tradición de comprar juguetes y fundas de caramelos para regalarlos a los pequeños del Chota, pero por falta de recursos este año no podrá representar a Papá Noel.

“Habitúas a la gente y a ti mismo a hacer estos agasajos, y sí, me molesta no poder realizarlos. Los niños de mi pueblo se entusiasman cuando yo voy, esperan que llegue con obsequios para ellos”, recordó.

Al no tener un ingreso continuo de recursos, el excampeón con Deportivo Cuenca ha frenado las salidas con sus amigos. “Me he contenido de aquello, porque cuando voy a algún lado me gusta compartir los gastos, no que me inviten”.

La confianza en Dios es, principalmente, lo que le da fuerzas y ganas de continuar entrenando en medio de la crisis. Además, recibe consejos y palabras de apoyo de sus dos madres: su mamá biológica, Josefina Calderón, y su tía Guadalupe Carcelén, quien lo crió desde pequeño, son su soporte. “Ellas están muy preocupadas por esta situación, pero son siempre comprensibles, me dan gestos de cariño”.

Ambas le recuerdan que la vida presenta trabas que se deben superar. “Hay que lucharla y Dios hace las cosas siempre por una razón”, señala el futbolista.

En la casa de Walter Calderón la Navidad es un evento tranquilo, en el que lo fundamental es compartir momentos agradables en familia.