Una vez más Deportivo Cuenca se tomó ayer el Casa Blanca y con un juego efectivo, aunque no muy vistoso, derrotó a Liga de Quito por 2-0. Así terminó con el anhelo de los “universitarios” de vencer en esta etapa y ser finalistas del torneo.

Por ello la desazón en el gramado de Ponciano fue inevitable en el plantel “albo”, que se convirtió en el  dueño absoluto del compromiso hasta los 25 minutos. Llegó cuantas veces quiso sobre el pórtico defendido por Marcelo Ojeda, mas careció de la puntada final para abrir el marcador.   

Francisco Rojas, Pablo Vitti y Carlos Garcés, en su momento, no pudieron empujar el balón al fondo de las redes y en  otras lo estrellaron contra el travesaño.      

Entre todos crearon al menos cinco claras opciones de anotar, mas no concretaron. Por ello los hinchas   se tomaron constantemente la cabeza, incrédulos ante tantas fallas de sus jugadores.   

Algo similar ocurrió en la zona de suplentes, donde el técnico Edgardo Bauza deambuló de un lado a otro y en la mayor parte del tiempo con la  mirada puesta en el piso.

Néicer Reasco y Francisco Rojas, por las bandas derecha e izquierda, respectivamente, sometieron por completo  a los cuencanos, quienes se refundieron en la última zona para evitar que la anotación llegase.

Lo hicieron con desorden y hasta nerviosismo, pero lograron el objetivo anhelado. Paulatinamente la confianza se apoderó de los “morlacos” y visitaron con disparos de larga distancia el arco resguardado por Daniel Viteri, quien actuó de titular porque Alexánder Domínguez acumuló la quinta tarjeta amarilla.

Édder Fuertes y Víctor Estupiñán ensayaron algunos remates que advirtieron las intenciones del visitante, cuyas indicaciones, a través  del volante argentino Damián Manso, mejoraron  su accionar.  

Los “universitarios” comenzaron a perder el balón y de contragolpe fueron sorprendidos por los visitantes, que con tiro cruzado de Estupiñán decretaron la primera anotación del cotejo a los 41’. Su festejo fue con un singular baile.

No quedó tiempo para que los dueños de casa reaccionasen en la etapa inicial y esperaron nuevas indicaciones en el camerino.

Para el segundo tiempo, los “albos” salieron con velocidad en busca de la igualdad. Repitieron la película de los minutos iniciales del cotejo, mas no con la misma facilidad sobre el arco porque los cuencanos demostraron que habían aprendido la lección del primer período.

Por eso poblaron el medio sector al menos con 6 hombres y ahí controlaron todo el accionar que intentó el local. Ni los gritos entusiastas de los hinchas en los graderíos motivaron a los locales, que cayeron en  una serie de confusiones y faltas.  

Eso facilitó la tarea del “Expreso Austral”, que con pocas pero efectivas llegadas incrementó el marcador a los 66 minutos, tras un perfecto tiro libre ejecutado por el argentino Manso sobre el poste de la mano derecha, que no pudo ni tocar el golero Viteri.

La anotación dejó totalmente apagadas las tribunas, donde los rostros de resignación por perder la etapa eran evidentes. El ingreso de Federico Puppo y de Eduardo Morante no fue lo esperado por el estratega. Ambos se contagiaron de los nervios de los “universitarios” y cayeron en un juego lleno de toques y nada de profundidad.

Los cuencanos, con menor tiempo de tenencia del balón, fueron más ordenados y con rápidos contragolpes estuvieron a punto de incrementar la ventaja. Su mejor hombre (Manso) salió entre aplausos de los hinchas “azucenas”.