“Las mujeres nos podemos movilizar por la ciudad sin miedo”

Estas fueron las palabras de Andrea Bustos, participante del “Carishina Race, en tres versos y dos ruedas”, al referirse a esta carrera que se llevó a cabo el pasado sábado a las 18:30.

Durante tres horas 78 parejas ciclistas se cruzaron por el centro norte de Quito en busca de las direcciones donde debían cumplir las pruebas de la competencia. Las deportistas salieron desde la calle Naciones Unidas y av. 6 de diciembre después de recibir un pasaporte que contenía los 14 retos.

Perderse en las calles de Quito fue parte de la diversión.  A partir de las 20:13 llegaron las primeras parejas de “carishinas” a la meta en el Centro de Arte Contemporáneo.   

Tener un nombre original fue uno de los requisitos para participar. Así estuvieron: las cuatro del altiplano, 0424, las ninfatletas, la maldición de Atenea, las reverendas de las santa carishinidad, entre otras.

Las ciclistas eran de todas las edades. Los disfraces fueron varios y con mucha creatividad: calaveras, mariposas, momias, tigres, bailarinas, diablas, vestidos con papel reciclado, etc.

Algunas de las categorías galardonadas fueron los primeros y últimos lugares que hayan completado las pruebas, los tres mejores disfraces literarios, el equipo más joven, las participantes que vienen de otra ciudad y de otro país.

Los premios consistieron en cascos, luces, implementos de bicicleta, sacos, llaveros, libros, órdenes de compra, entre otros. Todos los obsequios fueron otorgados por sus auspiciantes.

Según Diana Barragán, unas de las organizadoras de la carrera, con estos eventos se busca promover el uso de la bicicleta en las mujeres. Esta fue la onceava carrera que organiza el colectivo Carishinas en bici con el objetivo de que las mujeres de apropien del espacio público.