Las exponentes del ‘baile del tubo’ quieren convertirlo en deporte

Como muchas disciplinas, el ‘pole dance’ es una actividad física que surge de la fusión de otras prácticas y cuya evolución  la postula como un nuevo deporte.

La argentina María Luz Escalante, campeona sudamericana y cuarta del mundo en 2011, quien dictó  talleres en Quito y Guayaquil, explicó los progresos del ‘baile del tubo’.

Desvirtuó que se trate de una labor vinculada a la prostitución o que las rutinas sean exclusivas de ‘stripers’. Las técnicas modernas mezclan gimnasia y baile, y su ejecución aporta tonificación corporal y salud a quienes las aplican.

Básicamente, los movimientos del ‘pole dance’ son anaeróbicos, pues exigen mucha fuerza en los brazos. Para optimizar el rendimiento, María Luz recomendó completar el entrenamiento con ejercicios aeróbicos, de esta manera las extremidades se mantendrán flexibles. La enseñanza del ‘pole dance’ consta de trucos, giros, transiciones aéreas, escapes y caídas.  

Además de hallar salud, las mujeres pueden exteriorizar  su sensualidad a través de coreografías.En relación a la edad ideal para comenzar, María Luz mantiene sus reservas; argumentó que el enorme esfuerzo que exigen los desplazamientos no es aconsejable durante la infancia. Preferiría que los discípulos empiecen a los 14 años.

Las categorías van desde la infantil, con niños de  8 años; hasta la máster, con personas de 50. No es una materia exclusiva para mujeres, pero en Latinoamérica, debido a pensamientos machistas, son pocos los  hombres que la desarrollan.  

Escalante añadió que se hace lo posible por obtener del Comité Olímpico Internacional (COI) el reconocimiento del ‘pole dance’ como deporte. La idea es que en cada país se instituyan federaciones nacionales y se definan movimientos obligatorios, tal  como ocurre en la gimnasia olímpica.

Y, pese a que a ella le gusta más la parte artística, calificó de necesario suprimir en lo posible la danza para estructurar coreografías que prioricen lo acrobático, solo así se verá más competitivo. El objetivo es que se lo incluya como exhibición en los Juegos Olímpicos de 2016.

Respecto a su origen, los portales poledancebenidorm.es y poledancestudio.jimdo.com, citan algunas procedencias, una de ellas es el mallakhamb de la India, para la cual se necesita un poste de madera o una cuerda.  Data de 250 años.

Otra costumbre, también indú, es el mallastambha, en la que se usaba un tubo de metal. Los luchadores antiguos experimentaban en él técnicas comparadas a las de la gimnasia. Tampoco se puede olvidar al caño chino, muy popular en los actos circenses.   

No obstante, el ‘baile del tubo’ como tal  nació en la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Las meretrices que atendían a los soldados  fueron las primeras exponentes. Las tiendas donde  trabajaban eran sostenidas por una columna. Las chicas bailaban apoyadas en ese poste.

Evolución en Ecuador

Según Daniela Padilla y Karina Pinto, propietarias de la Academia Love to Pole de Quito, esta disciplina llegó a Ecuador en 2010. Las primeras lecciones se impartieron en el Acro Pole de Guayaquil; 6 meses después Daniela y Karina abrieron su establecimiento en la capital.

Daniela manifestó que desde el inicio esta actividad contó con buena acogida, al principio, incluso, fue una especie de ‘boom’. Hasta hoy no deja de ser novedosa, sobre todo porque las cultoras encuentran resultados.

Karina detalló que, regularmente, las clientas reciben una hora de aleccionamiento, 3 días a la semana. El precio mensual es de 85 dólares; la inscripción cuesta 35.   

En torno a las lides, Acro Pole promovió en 2012 el primer Miss Pole Dance Ecuador; intervinieron 6 representativos. Para septiembre de 2014 se realizará otro campeonato nacional.

En el país, la organización de esta práctica está en ciernes, aunque tiene presencia en Guayaquil, Quito, Cuenca y Santo Domingo, todavía no existen clubes, menos asociaciones provinciales o federación nacional.

Karina aseguró que en enero de este año se pidió una audiencia con Concentración Deportiva de Pichincha, pero aún no les da fecha; solo sabe que como parte del proceso de formalización la actividad sería sometida a una revisión.

Alumnas del Love To Pole esperan que el ‘pole dance’ sea valorado como deporte. A criterio de Tatiana Montalvo (38 años), esa sería la única manera de despojarlo del tabú de ‘usanza de cabaret’ que muchas personas tienen sobre él.

Sin embargo, también cuentan las ventajas al ejecutarlo. Andrea Zambrano (25 años) testimonió que desde que lo ensaya dejó de visitar el gimnasio. “En lugar de ocupar varias máquinas para ejercitar brazos, piernas, espalda y abdomen, aquí trabajas todo el cuerpo a la vez”, mencionó.