Lago Agrio forjó el tesón de una campeona

Desde muy niña, en una guardería donde funcionaba su escuela primaria de su natal Lago Agrio (Oriente ecuatoriano), Ángela Tenorio dio las primeras muestras de sus condiciones innatas para el deporte base. Era muy rápida e inclusive tan pronto su hermana Lorena la dejaba en clases, salía corriendo detrás de ella como alma que se lleva el diablo. Más atrás la perseguía su profesora, quien a menudo la llevaba de regreso al aula.

Sus primeras ‘carreras’ en la escuela marcaron sus inicios. Después de aquello fue seleccionada para competencias infantiles, motivada por sus hermanos mayores. Fue en esos torneo donde registró su primera medalla en un campeonato sudamericano infantil, con apenas 10 años de edad.

“Entrenar, tener disciplina, respeto por la gente que te saluda en la calle, es el secreto para alcanzar el triunfo”. 
Ángela Tenorio Micolta Atleta ecuatoriana

Las necesidades económicas marcaban el día a día en el hogar de los esposos Tenorio-Micolta y sus ocho hijos, entre ellos Édison, Daysi y Lorena, quienes también practicaban el deporte base, e inclusive fueron seleccionados para Juegos Bolivarianos, pero más tarde debieron retirarse por falta de apoyo y se dedicaron a los estudios.

Los momentos duros que debió afrontar la quinta de los hermanos surgieron cuando menos se lo esperaba. La separación de sus padres por problemas familiares ocurrió tras cumplir los 6 años, pero esa decisión no tuvo un impacto tan marcado en ella, dada su corta edad. “Otra cosa hubiera sido si eso pasaba ahora que ya estoy grande, como en ese entonces a mis hermanos mayores, a quienes sí les afectó esta situación”, comentó.

La vida hogareña se tornó mas complicada cuando su madre decidió abandonar el cantón para buscar un mejor porvenir. Los ocho hermanos debieron afrontar las circunstancias y en un momento determinado, luego de conversar con sus hermanos, Lorena y Ángela resolvieron emigrar a la capital para tratar de labrarse un mejor futuro.

Ángela fue admitida en una fundación cuyo nombre ahora no recuerda. Ahí se sentía feliz porque tenía como compañeras a niñas de su misma edad, con quienes compartía una serie de actividades. Este es uno de los recuerdos más felices que guarda. Lorena, quien la había encaminado en el atletismo como su primera entrenadora, tomó otro rumbo y decidió enrolarse en la Policía Nacional.

Para Ángela significó un cambio radical tener que alejarse de muchas cosas, como su familia, amistades y estudios. “Esto me afectó bastante, pero lo he superado y ahora estoy tranquila, mucho más cuando vienen mis hermanos a visitarme”, manifestó.

La apertura reglamentaria en la Ley del Deporte para que los atletas puedan federarse por una provincia que no sea la de origen viabilizó su decisión de vincularse a la Concentración Deportiva de Pichincha, luego de una espera aproximada de seis meses.

“Estamos a 6 meses de un campeonato mundial y va a representar a Ecuador en una categoría superior. Está muy motivada”.  Nelson Gutiérrez Entrenador cubano

El entrenador cubano Nelson Gutiérrez, quien anteriormente prestó sus servicios en Lago Agrio (Sucumbíos), conocía a la deportista y a su familia. Al enterarse de que Ángela se encontraba en Quito, la contactó y la invitó para proseguir su actividad deportiva en Pichincha bajo su dirección, convencido de que podía crecer mucho en esta disciplina, e incluso ser campeona mundial.

“Casi se cumple esta predicción, me faltó un poquito”, indicó la subcampeona mundial prejuvenil de los 200 metros lisos, quien para entonces se había instalado en la residencia de la matriz del deporte ‘oro y grana’, previo informe del entrenador y Comisión Técnica.

Así fue como la joven atleta apareció en el mundo del atletismo. En el deporte pichinchano se siente a gusto por el trato y atención que recibe. La estadía, alimentación, estudios, gastos de transporte, beca, implementación, uniformes, son los estímulos que le brinda la CDP. “No sé qué habría pasado si no tuviera esta ayuda”, expresó.

Los frutos no tardaron en aparecer en campeonatos nacionales prejuveniles y juveniles, tras adaptarse a la pista sintética y el salto al plano internacional fue consecuencia de su gran actuación.

Los momentos difíciles en su hogar surgieron cuando menos se lo esperaba.

No había cruzado por su mente la idea de lograr una medalla en el campeonato mundial, pero interiormente sentía que podía hacerlo, con el apoyo y motivación de su entrenador. “Por eso pude lograr lo que había anhelado, una medalla”, dijo.

En ese marco se produjo su debut en el Campeonato Mundial Prejuvenil, realizado en Donetsk, Ucrania, entre el 10 y 14 de julio de 2013. Contra todo pronóstico, la ecuatoriana alcanzó dos medallas, una de plata en los 200 metros lisos con un crono de 23.35 y un bronce en los 100 metros con un registro de 11.23, las mejores marcas sudamericanas y en el panamericano Juvenil se hizo acreedora a la medalla de bronce. “Entrenar, tener disciplina, respeto por la gente, es el secreto para alcanzar el triunfo”, aseveró.

La elección como la mejor deportista de 2013 por uno de los gremios de periodistas deportivos de Pichincha es algo que la llenó de orgullo y felicidad, luego de recibir la noticia en su casa en Lago Agrio junto a sus familiares, se prometió seguir entrenando muy duro para continuar en ascenso. Eso la convierte en una atleta con altas proyecciones internacionales.

La ‘u’ y  el  alto rendimiento van de la mano

El técnico Nelson Gutiérrez, electo como el mejor entrenador amateur de 2013 por la prensa especializada, se muestra muy entusiasmado y confiado por los progresos de su pupila, de quien destaca valores bien marcados, como la disciplina, humildad y el hecho de que en muy corto tiempo la atleta se trazó las metas hasta donde podía llegar y ha sabido asimilar la fama. 

Además, dijo que es muy buena estudiante y recientemente se graduó como bachiller. Ahora estudiará una carrera universitaria, que la complementará con el alto rendimiento.

“Estamos a seis meses de un campeonato mundial y va a representar a Ecuador en una categoría superior, la juvenil. Es su primer año, recién va a cumplir 18 y lo vamos a hacer con todas las de ley para lograr un título y ser campeona del mundo”, manifestó el isleño con 23 años como entrenador de atletismo, quien predice que su pupila será medallista olímpica, pero en un proceso que se extenderá hasta 2016, aunque dice que todavía es muy temprano, pero no para 2020, porque  estaría en los 24 años y con mucha experiencia.

El objetivo que persigue el técnico cubano es la proyección de su pupila en el alto rendimiento internacional y profundizar sus conocimientos académicos en la universidad. Lograr el título mundial en la rama juvenil es el siguiente propósito.