Emelec no encontró obstáculos en su debut en el Campeonato Nacional con una sólida victoria (2-0) en su visita al Olmedo. El elenco riobambeño brindó facilidades y además no mostró claridad en su juego, ya que no contó con elementos desequilibrantes, por lo que naufragó en el Olímpico.

El público presente -cerca de 4 mil personas-, en su mayoría fanáticos olmedinos, salió defraudado del escenario y fue testigo de una neta superioridad del cuadro “millonario”, que literalmente pareció que llegó a Riobamba a entrenar y se fue con los tres puntos de retorno a casa.

Muy temprano se pudo ver las diferencias en la cancha. Emelec, de la mano de Pedro Quiñónez, acorraló al débil rival que a momentos no podía pasar de la media cancha y era presa de los nervios.

El arquero local, Dennis Corozo, recientemente ascendido del equipo de reserva de Olmedo, pagó derecho de piso y fue el culpable directo de los dos tantos del elenco visitante.

Un equipo se arma de atrás para adelante, dice un conocido adagio futbolístico, y Olmedo sin un arquero seguro y sin experiencia contagió  al resto y dio muchas facilidades al rival de turno, que con hombres sapientes en el ataque liquidó muy temprano el partido, con goles de Marlon De Jesús y Fernando Gaibor. 

En la primera conquista, una deficiente salida de Corozo posibilitó a De Jesús dominar el balón y con la marca de un rival fusiló al inexperto golero que reaccionó tarde ante el bombazo, que terminó en las redes al minuto 10. Primer balde agua helada para los hinchas del “Ciclón”.

El “Bombillo” siguió mandando en la cancha por el eficiente trabajo de los volantes y a los 28’, tras un colosal error de Corozo, que se quedó sembrado y no salió a cortar una pelota aparentemente fácil, Gaibor apareció oportuno para hacerle un sombrero y decretar el 2-0.

Olmedo, equipo al que se le calificó como “ciclón” y que ayer no pasó de ser una ligera “brisa”, no tuvo reacción. No hubo quién lidere, ponga orden y tranquilidad, denotando la falta de jerarquía, que empieza con una derrota en casa esta temporada.

En la segunda parte, Emelec defendió la cómoda ventaja y especuló con el contragolpe. Sin embargo, no pudo ampliar la diferencia, Luciano Figueroa dejó ver su calidad y en dos jugadas estuvo a punto de aumentar, pero le faltó definición.

Olmedo algo mejoró con el ingreso de Ángel Pután, quien intentó crear, pero sin aporte su esfuerzo se fue diluyendo. Además, su principal socio para tocar el balón, el juvenil Jacob Murillo, fue sustituido por Carlos Orejuela en el segundo tiempo.

A los 78’ Fernando  Giménez vio la tarjeta roja al agredir a Romario Caicedo, hijo del defensa de Olmedo, Carlos Caicedo; sin embargo eso no le sirvió de mucha ayuda al cuadro local, pues ni la superioridad numérica le permitió desplegar un buen juego.