El atraso de siete meses de las cuotas de su vivienda, ubicada al norte de Quito, y cinco meses sin cancelar el pago de su vehículo, son los principales inconvenientes que se le han presentado al defensa Juan Carlos Anangonó, quien no continuará en El Nacional y jugará esta temporada en Mushuc Runa.

El defensor imbabureño no cobra su sueldo desde hace siete meses y tiene deudas con las tarjetas de crédito, con las cuales adquirió bienes, pero por iliquidez no las puede cancelar. “Por lo menos no he tenido problemas con los servicios básicos (luz, agua, teléfono) en mi hogar”.

En la capital reside con su pareja, Sandy Delgado, y sus hijos: Mirely, de 8 años, y Tiago, de 1. “No pude darles un regalo, ni un juguete por Navidad”, afirmó molesto.

Para las festividades de Navidad y Año Nuevo viajó con ellos a su pueblo natal, Carpuela, en el Valle del Chota. Sus padres, Carmen Campos y Juan Anangonó, residen allí al igual que sus primos, tíos, sobrinos y amigos cercanos.

“Mis papás recibían una ayuda económica por parte mía, pero desde que no cobro ya no les puedo enviar ese dinero”, se lamentó el defensor de 24 años.

Ahora ellos, cuando pueden, le colaboran con plata para que subsista. “Estoy muy agradecido con la ayuda de mis primos, padres y amigos. Cuando me cancelen, voy a pagar todas mis deudas”, aseguró.

En años anteriores, cuando se desplazaba a Carpuela, Juan Carlos Anangonó llevaba regalos para sus primos, ya que toda su familia es muy unida, pero en esta última Navidad no lo pudo hacer.

Hasta hace un par de meses contaba con los ahorros de sus ingresos anteriores, pero al no cobrar desde mayo, esos fondos fueron invertidos en gastos diarios de alimentación.

La familia es su soporte
Mantiene una relación abierta con Sandy, con quien dialoga y ella comprende su realidad económica; ambos se respaldan.

“Mi motivación para salir adelante la obtengo de mis dos hijos, mi familia y mi ímpetu de hacer un buen torneo, para que en este 2014 pueda arreglar con otro equipo”, manifestó el defensor de 24 años.

La buena relación con sus compañeros en El Nacional facilitó sobrellevar la situación. Entre todos dialogaban sobre la crisis del equipo y bromeaban entre ellos para olvidar los problemas, al menos por el momento, para no desconcentrarse.

“El profesor Carlos Sevilla siempre conversaba con nosotros. Trataba de que llevemos este tema con positivismo y paciencia. Por ello seguimos entrenando y jugando. En el segundo semestre dejamos de pelear el descenso, que fue una preocupación que tuvimos el año pasado”, recordó Anangonó antes de incorporarse al ‘Ponchito’.

Por momentos no deseaba entrenar y su rendimiento no fue el óptimo. Consideró que si la plantilla estaba al día con sus sueldos, hubiera rendido mejor y podría haber peleado un cupo para la Copa Libertadores o Copa Sudamericana. “Hay que reconocer el esfuerzo en cada partido”, dijo el exmiembro de El Nacional, que finalizó la segunda etapa con 34 puntos, en la cuarta posición en la tabla.

Juan y Carmen le aconsejan siempre que se comunican con él. “Me recomiendan que mantenga mi concentración mental en el fútbol, porque esta es mi profesión y tengo que salir adelante. Cuando pueden hacerlo me asisten económicamente, pero quisiera ser yo quien les apoye de esa manera”, finalizó.

Datos

En ocasiones, por no tener dinero para pagar la gasolina de su vehículo, ha recurrido a préstamos de amigos para poder movilizarse y llegar a los entrenamientos de El Nacional en Tumbaco, al nororiente de Quito.

Anangonó llegó a la Sub-18 de El Nacional en 2005. Dos años más tarde debutó en primera división donde jugó 11 encuentros. Desde 2010 es fijo en el plantel titular de los ‘puros criollos’.

El imbabureño no ha podido hablar con el presidente Jorge Yunda para solucionar su situación contractual, pues la dirigencia tendrá que rescindir el contrato con él. Estaba vinculado a El Nacional hasta diciembre de este año.