El estadio Atahualpa estaba lleno. Era el 27 de febrero de 2005 y Deportivo Quito festejaba 50 años de fundación. El cuadro ‘chulla’ necesitaba una victoria para que la celebración fuera completa.   

Aucas era el rival. Se jugaba la tercera fecha del campeonato nacional. Hasta el hincha ‘azulgrana’ menos optimista estaba convencido de que su equipo iba a ganar esa tarde. En las dos jornadas anteriores el cuadro capitalino había vencido 5-0 a Liga de Loja y 1-0 al Olmedo de Riobamba.  

Esa tarde de aniversario, el partido entre Quito y Aucas se jugó con mucha vehemencia. Al final los ‘orientales’ vencieron 2-0, con goles de los colombianos Luis ‘Viga’ Rojas y Wilman Conde, un zaguero central izquierdo que jugaba por primera vez fuera de su país.      

El exfutbolista ecuatoriano Carlos Salas fue titular en Deportivo Quito ese día. Recuerda que Conde, a pesar de su edad (23 años), tenía buen juego en las dos áreas. Sabía aprovechar su altura (1,87 m) y aunque era fuerte para la marca no era malintencionado. Hoy, esa fortaleza se está apagando debido a una artritis, derivada de un mal diagnóstico médico que lo obligó a retirarse del fútbol profesional hace dos años.

Convirtió uno de los goles en la victoria de Aucas ante D. Quito, que festejaba sus 50 años de fundación.Conde llegó a Aucas procedente del Deportes Quindío (Colombia); terminó la temporada 2005 con  Aucas, pero no renovó su contrato. En 2006 retornó a Colombia para jugar por el Real Cartagena y luego pasó al Millonarios de Bogotá.

En la capital colombiana se consolidó como uno de los mejores jugadores en su puesto. Fue parte de la selección Sub-21 que jugó el torneo Esperanzas de Toulon, pero nunca llegó al equipo absoluto.

Después fichó por el Chicago Fire (EE.UU.), equipo donde comenzó su odisea -debido a las lesiones- que concluyó con su retiro del fútbol.

En 2007, jugando para el Chicago Fire un partido por playoffs frente Los Ángeles Galaxy, rechazó un balón y un rival lo golpeó en el empeine. Según los exámenes médicos, uno de los huesos del pie resultó afectado.   

Un año después, Wilman Conde empezó a sentir un fuerte dolor en su empeine. El diagnóstico preliminar reveló que sufría artritis, por lo que comenzó a tomar un medicamento que lo ayudó inicialmente. “En 2009 y 2010 jugué infiltrado. No soportaba el dolor en el pie”, dijo el jugador en una entrevista publicada el 14 de abril pasado por diario El Tiempo, de Bogotá. Una infiltración es la aplicación, a través de una inyección, de un fármaco antiinflamatorio o anestesia en una articulación inflamada.    

Actualmente vive en Cali y se prepara para estudiar una carrera superior en la Escuela del Deporte.Cuando conoció el diagnóstico, Conde pensó en el retiro, pero sus ganas de seguir jugando lo condujeron al Atlas de México. En ese país visitó a varios especialistas, quienes, después de un sinnúmero de estudios, descubrieron que Conde había jugado tres años y medio con un ligamento roto, lo que hizo que se le desgastaran los cartílagos del pie izquierdo. Destrozado anímicamente, volvió a su natal Cali, donde fue operado: le colocaron cuatro  tornillos y le fusionaron cuatro huesos. Solo tres lograron juntarse.

Los médicos usaron aparatos diseñados por la NASA. Después de un largo proceso de rehabilitación, Conde volvió a Estados Unidos para jugar por los Red Bulls. “Para protegerme de la lesión, corría diferente y empecé a sufrir  lesiones en el gemelo, en los cuádriceps y en la espalda. Al final de temporada y luego de 5 años con el dolor, decidí dejar de jugar”, relató Conde con tristeza.

Hoy, con 31 años, se siente frustrado. Espera estudiar una carrera profesional en la Escuela Nacional del Deporte de su país. Puede operarse para caminar con normalidad, pero le aterra saber que puede quedar peor luego de la intervención.

Sus inicios y recuerdos

Luego de pasar por clubes de Colombia, Ecuador y México, culminó su carrera en el fútbol de EE.UU. jugando por el elenco de los Red Bulls, donde fue compañero del francés Thierry Henry. “A él (Henry) en ocasiones se le ‘cruzaban los cables’ y en los entrenos, se desquitaba ‘levantando’ (golpeando) a algún muchacho. Se molestaba por la paciencia con la que se entrenaba en los Estados Unidos o cuando no le daban un buen pase...”.

Entre las camisetas que le regalaron destacan las de Alessandro Nesta, Cuauhtémoc Blanco, ‘Chicharito’ Hernández, Thierry Henry, ‘Rafa’ Márquez, Claude Makelele y Juan Pablo Ángel.