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Ciencia

¿Viajar en el tiempo es posible?

Michio Kaku, físico estadounidense.
Michio Kaku, físico estadounidense.
Foto: Internet
13 de agosto de 2016 - 00:00 - Redacción de7en7

Según los físicos, todos los seres humanos viajamos en el tiempo. Durante este último año, usted se ha movido hacia adelante 365 días, esto significa que viajamos en el tiempo a la velocidad de 1 hora por hora.

Pero, según la NASA, la pregunta es, ¿podemos viajar en el tiempo a mayor o menor velocidad que 1 hora por hora? o ¿podemos realmente viajar hacia atrás en el tiempo, retrocediendo —digamos— 2 horas por hora, o 10 o 100 años por hora?

Hay tantas interrogantes con relación al tiempo que podríamos incluso pensar en esta posibilidad: ¿que ocurriría si usted fuera atrás en el tiempo e impidiera que su padre y su madre se conozcan?

Se podría evitar nacer, pero si no hubiera nacido, no podría haber ido atrás en el tiempo para evitar que sus padres se encuentren. 

En los últimos años, algunos científicos han recurrido a las denominadas distorsiones en el tiempo espacial para pensar posibles maneras en que funcionarían las máquinas de tiempo.

Algunos consideran la idea de los “agujeros tubulares”, que podrían ser atajos a través del tiempo espacial. Esta y otras ideas son experimentos del pensamiento en este momento, y tal vez no sean posibles para los objetos reales, pero están basadas en conceptos científicos sólidos.

Según la página web de la NASA, en todos los viajes en el tiempo permitidos por la ciencia, no hay manera en que un viajero pueda retroceder a un momento anterior al cual se había construido la “máquina de tiempo”.

Según el físico británico Stephen Hawking, viajar a casi la misma velocidad de la luz, 186 mil millas por segundo, nos transportaría al futuro. Para explicarlo, el científico imagina un tren superveloz que da vueltas a la Tierra 7 veces por segundo, lo que no alcanza la velocidad de la luz, algo que las leyes de la física prohíben. Entonces el tiempo empieza a transcurrir lentamente a bordo, como si estuviéramos cerca de un agujero negro, pero en mayor medida, como en cámara lenta.

En una semana, el tren viajaría cien años en el futuro. Por supuesto, construir un tren que alcance esas velocidades es imposible, pero hemos construido algo muy parecido: el acelerador de partículas LHC del Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (CERN) en Génova, Suiza. Lo sabemos por unas partículas, pi-mesons, que generalmente se desintegran ipso facto pero que, cuando son aceleradas a casi la velocidad de la luz, duran 30 veces más. Hawking sostiene que si queremos viajar al futuro, simplemente tenemos que ir muy rápido, algo que solo es posible en el espacio. Para ello, haría falta una nave 2 mil veces más rápida que el Apolo 10, de enorme tamaño y que pudiera cargar una gran cantidad de combustible, lo suficiente para acelerarla a casi la velocidad de la luz.

Según el físico estadounidense, de origen japonés, Michio Kaku, reconocido divulgador científico, cuando se habla de viajes en el tiempo, se evalúan varias paradojas, como la del abuelo, en la cual se altera el pasado de tal modo que se hace imposible  el presente. Por ejemplo, si uno va al pasado lejano para encontrar a los dinosaurios, se encuentra accidentalmente con un mamífero pequeño y peludo que es el antepasado original de la humanidad. Si destruye a su antepasado, lógicamente no puede existir.

También está la paradoja de la información que viene del futuro, y Kaku  pone un ejemplo para explicarla: “Digamos que un científico crea una máquina del tiempo y después vuelve atrás en el tiempo para darse a sí mismo de joven el secreto del viaje en el tiempo. El secreto del viaje en el tiempo no tendría origen, porque la máquina del tiempo que posee el científico joven no fue creada por él, sino que le fue ofrecida por sí mismo siendo más viejo”. Este científico también se refiere a la paradoja del fraude que se explica así: una persona sabe cómo será el futuro y hace algo que vuelve imposible este futuro. Por ejemplo, uno hace una máquina del tiempo para que lo lleve al futuro y ve que está destinado a casarse con una mujer llamada Jane. Sin embargo, en un arrebato, decide casarse con Helen, y de este modo hace imposible su propio futuro. 

En El fin de la eternidad, Isaac Asimov imagina una policía del tiempo, responsable de impedir estas paradojas.

Según el físico Michio Kaku, las películas de Terminator dependen de una paradoja de la información: los científicos estudian un microchip recuperado de un robot del futuro y después crean una raza de robots que adquieren conciencia y se apoderan del mundo.

En otras palabras, el diseño de estos superrobots no fue creado por un inventor; simplemente salió de un fragmento de desechos de uno de los robots del futuro.

En la película Regreso al futuro, Michael J. Fox lucha por evitar una paradoja del abuelo cuando vuelve atrás en el tiempo y conoce a su madre de adolescente, que se enamora locamente de él.

Si ella rechaza los avances del futuro padre de Michael Fox, su misma existencia queda amenazada.  Kaku especula que se puede viajar a través de los agujeros de gusano, portales espacio-tiempo.

Mientras tanto, el investigador Richard Gott postula acerca de las “cadenas gemelas” o cuerdas que atraviesan el tejido espacio-temporal tridimensional.

Al hallar estas cadenas, podría ser posible desdoblar el tejido espacio-temporal. En un reciente estudio, los científicos Igor Smolyaninov y Yu-Ju Hung de la Universidad de Maryland, en Estados Unidos, han simulado el nacimiento del Universo al utilizar materiales avanzados que pueden doblar la luz de formas inusuales.

El dispositivo creado demuestra —según ellos— que viajar al futuro es casi imposible debido a que este no puede doblarse sobre sí mismo y deshacer los acontecimientos ya ocurridos.

¿Ciencia ficción?

Un artículo publicado por el profesor  Albert Bramon, catedrático en física teórica de la Universitat Autónoma de Barcelona, indica que es posible subirnos en un artefacto y presentarnos en el año 2050. “Esto es factible sin haber envejecido excesivamente. En realidad, nosotros podríamos presentarnos en esa fecha y saludar a nuestros hijos o nietos. Eso sí, una vez allí no podríamos regresar a nuestro presente ni tampoco viajar al pasado para conocer a nuestros abuelos o bisabuelos”. Por ahora, el mayor obstáculo es la velocidad que los seres humanos deberían alcanzar para lograr este viaje.

Los científicos hablan de acercarnos a la velocidad de la luz para poder hacer grandes saltos en el tiempo. Se ha documentado que solo los muones han conseguido viajar en el tiempo. Los muones son partículas que cuando están en reposo viven solo unas millonésimas de segundo, pero si se logra que rueden a gran velocidad, se conseguirá que resistan incluso minutos. En ellas el tiempo pasará mucho más lentamente que para nosotros.

Cuando Armstrong, Aldrin y Collins regresaron con el Apolo 11, en la nave había pasado una millonésima de segundo menos que para el resto de la Humanidad. En cierto modo eso sería un inapreciable viaje temporal.

Son muchos los científicos que advierten que no podemos ir hacia el pasado, pero sí hacia el futuro unos más lentamente que otros. Por ahora, estas son solo meras posibilidades. 

En el espacio

Pensar el viaje en el tiempo implica pensar sobre el tiempo no como una manera de medir el paso de las horas o los días, sino como una dimensión más parecida al espacio.

Si uno pudiera viajar por este concepto de tiempo, sería más bien una especie de portal desde donde se podría partir y regresar, algo que ha sido descrito por los físicos como “curva cerrada de tipo de tiempo”.

La fascinación con el tiempo refleja cuán intrínseco es a la experiencia humana y todas las cosas vivas de esta Tierra. Está ligado a los ritmos naturales del día y la noche, nacimiento y muerte.

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