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La vejiga hiperactiva resta calidad de vida

Sergio Durán, médico mexicano.
Sergio Durán, médico mexicano.
07 de mayo de 2016 - 00:00 - Redacción de7en7

Cuando la vejiga se contrae fuera de orden, lo más probable es que surja un deseo incontrolable  por orinar. Quienes experimentan este trastorno conocido como vejiga hiperactiva saben que se trata de una condición altamente inhabilitante. La urgencia por ir al sanitario —señalan los médicos— es el síntoma más frecuente.

Si esta dolencia avanza genera incontinencia, es decir, la persona necesita ir al baño a como dé lugar. Por esta necesidad tan apremiante, algunas personas pueden perder gotas de orina mientras se dirigen al baño. Entre los primeros síntomas de esta dolencia están la urgencia (sensación irrefrenable de orinar o sensación de pérdida de orina inminente) y aumento en el número de micciones: más de 2 veces a la noche y más de 8 durante el día.

El médico mexicano Sergio Durán, quien estuvo en el Ecuador para dictar charlas sobre el tema, precisó que la vejiga hiperactiva repercute de forma negativa en la calidad de vida.

Según él, el aislamiento y el sentimiento de vergüenza son signos habituales presentes en este padecimiento, ya que llevan al paciente a reducir su actividad social e inciden de forma negativa en su autoestima.

¿A qué llaman los médicos vejiga hiperactiva?

Se trata de un trastorno que se presenta tanto en hombres como en mujeres y se caracteriza por la presencia de urgencia para orinar, incontinencia de urgencia y un incremento en el número de micciones del paciente.

¿A qué edad se presenta?

Hay que indicar que se presenta a cualquier edad, pero es mucho más frecuente a partir de los 30 años. Además aparece más en mujeres que en hombres en una proporción de 3 a 1. Podríamos decir que las mujeres tienen mayor hiperactividad vesical. Además, los embarazos pueden generar este trastorno.

Las personas que tienen este trastorno pueden llegar a tener muchos  problemas para acceder al baño. Tienen lapsos muy prolongados en los que se aguantan las ganas de orinar y con la edad se producen desajustes en la vejiga.

Hay mujeres que establecen una ruta antes de salir de sus casas,  es decir, identifican en qué lugares estarán (centros comerciales, hoteles restaurantes, etc.) y si estos tienen baños. ¿Esto es usual?

Claro, es común en las mujeres que tienen vejiga hiperactiva. Cuando salen de casa necesitan asegurarse de que al lugar donde van hay baños. Esto también puede ser una causa y un efecto. Causa, precisamente por lo que platicábamos, que hay mujeres que prefieren utilizar solo el baño de su casa y cuando sienten ganas se aguantan y generan un hiperactividad en la vejiga.  Al aguantarse las ganas de ir al baño provocan, sin  quererlo, vejigas sumamente grandes y retencionistas. También puede ser efecto, porque muchas mujeres tienen hiperactividad vesical y esta dolencia las obliga a realizar sus rutas de transporte y de traslado de un lugar a otro, en función de un baño.

¿Entonces, resta calidad de vida?

 Sí y tengo que recalcar que no es una enfermedad que te va a quitar la cantidad de vida, sino la calidad de vida.

Eso ocurre con las mujeres urbanas, pero ¿qué pasa con aquellas que viven en sitios rurales de difícil acceso?

El hecho de que tengan su vivienda en una zona rural no les libra de sufrir de vejiga hiperactiva. El problema allí es que seguramente no encontrarán muchos sitios con baños disponibles y deberán restringir esta necesidad al baño de su vivienda.

Por otro lado, es necesario realizar un diagnóstico de vejiga hiperactiva. Sin duda, los profesionales de la salud, tanto médicos de primer contacto como especialistas, debemos tomar muy en cuenta que la hiperactividad vesical existe y debemos tratarla, porque de ello depende la calidad de vida de las personas.

 ¿Esta dolencia no siempre es bien diagnosticada?

Así es, ocurre que es una dolencia soslayada. En varios artículos médicos se menciona que entre el 40% y 50% de las  pacientes que sufre este trastorno no lo platica con su médico, lo cual es dramático. El hecho de que un hombre o una mujer tengan una hiperactividad vesical y se abstengan de contarlo al especialista por pena o porque creen que es algo normal, no es lo correcto. Hay que diagnosticarla y dale la mejor solución.

¿Cuál es la solución?

 Ahora tenemos muchos medicamentos para mejorar la hiperactividad vesical. Estos fármacos rebajan la vejiga y disminuyen el número de veces que van a orinar, la cantidad de veces que tienen urgencia para orinar y fuga de orina. Como dije, la hiperactividad vesical no va a causar una reducción en el número de años que una persona va a vivir, sino la calidad de esos años que va a vivir.

 Imaginemos a una paciente, entre 40 y 50 años, que orina entre 10 a 15 veces en el día. En la noche lo hace de 4 a 5 veces. ¿Qué ocurre si sale con sus amigas? De repente tiene urgencia para orinar y se le escapan unas gotas. Esa es la típica paciente con hiperactividad vesical.

 ¿Este escape involuntario también  ocurre cuando la mujer o el hombre hacen un esfuerzo?

 Eso se llama incontinencia urinaria de esfuerzo. Hay varios tipos de incontinencia urinaria; de esfuerzo ocurre cuando el paciente tose, se ríe o al levantarse o sentarse hace fuerza y se le escapa la orina.

¿Las mujeres son quienes más visitan los baños?

Muchos me lo preguntan y creo que eso varía según la edad. Normalmente un ser humano con una ingesta de líquidos habitual de un litro y medio a 2 litros de agua diaria, tiene una micción promedio de 6 veces en el día y máximo de 2 en la noche. Es un patrón de orina normal. Cuando esto aumenta, ya hablamos de un trastorno y habrá que identificar su origen. Si comparamos a una mujer de 65 años con un hombre de la misma edad, el hombre siempre orinará más, por un tema relacionado con la próstata.

¿La vejiga tiene un sistema nervioso propio?

El acto de orinar, sin duda, tiene que ver con el sistema nervioso; está controlado por este. Se sabe que cuando se presentan casos de vejiga hiperactiva hay una alteración a nivel neurológico; una sobreexcitación a este nivel. Como resultado las pacientes sienten más ganas de orinar durante el día y la noche.

 ¿La cantidad de agua que las personas toman durante el día influye en el número de visitas al baño?

Normalmente, toda persona debe tomar entre un litro y medio y 2 litros de agua al día. Si todos tomamos esta cantidad de líquido vital y unas personas van al baño más de 8 o 9 veces al día, significa que algo anda mal. Esa persona ya no tiene un patrón normal.

Estas personas tienen, como usted lo señaló, una vejiga más grande. ¿En cuánto tiempo pueden volver a la normalidad?

Toma su tiempo, pero lo que importa es que los medicamentos tienen objetivos muy claros: disminuir el número  de veces que el paciente va al baño, mitigar la urgencia para orinar de forma permanente, mejorar la calidad de vida de la paciente. Es espectacular cuando una paciente con esta dolencia mejora. Además, desde el punto de vista económico es más barato, porque la paciente no debe gastar tanto en toallas femeninas.

¿Este trastorno requiere cirugía?

 No, no lo requiere, solo se prescribe un tratamiento. Tengo que insistir en la importancias de consultar al médico. Muchos no procuran tratamiento, posiblemente porque les da vergüenza o porque desconocen las opciones que actualmente existen. (ARB)

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