La ausencia total de sudoración cuando te ejercitas o cuando estás en un ambiente cálido es maligna, te podría llevar a una hipertermia (exceso de temperatura corporal) que causa fatiga, intolerancia al calor, fiebres, desmayos, e incluso podría llevarte a la muerte. Este mal se denomina anhidrosis, la ausencia total del sudor.

El sudor libera el calor del cuerpo a través de las glándulas sudoríparas que se encuentran en todo el cuerpo, principalmente en las palmas de las manos y los pies, las axilas y la frente; es como un termostato del organismo.

La anhidrosis puede ser parcial o total, es decir, limitada a una parte del cuerpo o puede ser generalizada.

“Cuando es generalizada es más grave porque la sudoración participa sobre todo en el control de la temperatura corporal, nosotros sudamos porque hace calor y de esa manera perdemos calor, pero si no sudamos vamos a contener el calor y la temperatura corporal va a subir de tal grado que se empieza a tener fiebre”, explica la dermatóloga Ximena Gallegos.

Las causas pueden ser congénitas, cuando las persona nace sin las glándulas sudoríparas. La genetista Germania Moreta explica que la ectodisplasina es una proteína que establece la normalidad del ectodermo que es la fracción embrionaria que da lugar a la estructuración normal de la piel, uñas, dientes, glándulas sudoríparas y glándulas sebaceas. Cuando un gen está mutado y la ectodisplasina no se estructura bien da lugar alteraciones a este nivel. Con estudios moleculares de los genes se puede determinar cuál y dónde es la mutación.

Según Sandra Espinoza, neuróloga, otra causa de la anhidrosis es una neuropatía, una lesión de los nervios. Estos son como cables que conducen la sensibilidad desde la piel hasta la médula espinal, de ahí hasta el cerebro y viceversa; del cerebro baja una información de motricidad o para secretar algo. Cuando estos nervios se dañan, la conducción del estímulo, tanto para que el cerebro sienta o envíe una orden, se altera. Cada nervio tiene ramificaciones pequeñas que van, por ejemplo, a las glándulas sudoríparas que se encuentran en la piel y dependen del estímulo para funcionar.

Ingerir ciertos medicamentos como la morfina también causan anhidrosis, asimismo la provocan algunas enfermedades como diabetes, lepra o alcoholismo, pues dañan las fibras nerviosas que conectan el sistema nervios autónomo con las glándulas sudoríparas.

Según Gallegos, si la anhidrosis se da por el taponamiento de los conductos sudoríparos por células linfáticas se lo puede tratar efectivamente con un corticoides. Pero si esa no es la causa, el tratamiento es permanente y consiste en conservar una adecuada temperatura corporal; la normal del ser humano es de 37 °C. Es así que el paciente debe permanecer en lugares frescos, con temperaturas bajas y evitar zonas cálidas.

Datos

La prueba clínica para comprobar si se tiene o no anhidrosis consiste en aplicar almidón con yodo en las zonas afectadas, puede colocarse en todo el cuerpo. Si hay sudor convierte al almidón yodado en color morado. Si no se produce ningún cambio significa que no hay sudoración. Este problema no es muy común en el mundo, pero se lo debe controlar permanentemente.

Quien padece anhidrosis debe permanecer en lugares con buena ventilación, debe evitar el ejercicio físico extenuante, evitar todo lo que suba la temperatura, tomar baños frecuentes con agua fría y debe hidratar su piel.