En buenas manos
La adopción exige compromiso
Antes de acoger a un animal en nuestro hogar hay que plantearnos algunas preguntas: ¿por qué quiero tener una mascota?, ¿tenemos tiempo suficiente para atenderlo?, ¿cuenta con el espacio necesario?
Lo único que asegura la calidad de vida de las mascotas es la capacidad de los dueños para tratarlos como se merecen.
Un perro no es un capricho, sino una responsabilidad. Los veterinarios coinciden al afirmar que adoptar o adquirir un animal es ampliar la familia con un nuevo miembro. La adquisición de un perro es un compromiso de por vida. Si los adultos pretenden deshacerse de la mascota cuando sus hijos crezcan o cuando el animal ya no tenga la vitalidad de antes, es mejor no acoger un animal en casa.
Los centros de acogida de animales están llenos de perros que han perdido su hogar por culpa de las decisiones impulsivas y poco responsables de sus dueños.
No olvides que algunos canes pueden acompañar a un ser humano 15 o incluso 20 años.
También es recomendable revisar la economía familiar para escoger la mascota que más se adapte a su capacidad financiera.
La diferencia entre adoptar, sin gasto económico, o comprar un perro (el precio del perro puede variar entre $ 300 y $ 1.500) no es tan significativa y la razón es sencilla: el animal necesitará alimento y no come lo mismo un perro pequeño que uno grande. Las vacunas, las visitas al veterinario y la peluquería (es más costoso para un animal de pelo largo que para otro de pelaje escaso) son gastos adicionales que debes tener en cuenta al adquirir un animal.
Según la revista Consumer.es, antes de optar por una raza pequeña, mediana o grande debes echar un vistazo a tu hogar y ser realista al calcular el espacio disponible para tu nuevo amigo. El perro necesita un sitio para dormir, lugares identificados para comer y espacio para andar. El aspecto de un perro no debe ser el único motor que determine la decisión.
Además del tamaño cuenta la personalidad: hay razas más tranquilas, sociables o nerviosas. La llegada de un perro siempre supondrá contar con un nuevo miembro en casa. Por ello, su personalidad debe encajar. La presencia de niños o bebés en el hogar obliga a elegir a los animales más cariñosos. Lo más recomendable es buscar un animal que se adapte a tu estilo de vida.