“Yo soy un músico de oído y pasión, el flamenco es herencia”
Tito Losada viene de una familia de artistas y eso es algo que ha continuado cultivando. Es la primera vez que viene a Guayaquil y es evidente su entusiasmo por poder presentar por primera vez en el Ecuador esta obra, que para él representa la manera en la que hizo las paces con Dios.
Usted es un músico de oído, ¿cómo fue el proceso creativo a la hora de armar las partituras?
Cuando compuse esta misa con mis hijos -Iván, Antonio y Luky- nos pusimos a crear los acordes a oído. Después contraté a una persona a la que le iba diciendo cómo sonaba cada nota y la iba traduciendo a las partituras, con el coro fue igual.
Usted por muchos años fue ateo, ¿aportó de alguna forma a su crecimiento artístico la transición de ateo a católico?
Yo llevo esta compañía desde el año 65 y he estado en muchos países, pero llegar a tener contacto con Dios cambió todo, desde mi forma de ver la creación hasta mi vida en general.
¿Cree que el hecho de que sea una misa católica condiciona al público?
No, yo he presentado la misa en países árabes y ha tenido excelente aceptación. Son momentos solemnes, más allá de la religión que se tenga.