Ambato suma un desfile a su lista de festividades
Un estridente y súbito silbatazo detiene su marcha abruptamente en la esquina de las avenidas Cevallos y Abdón Calderón, centro de Ambato.
Pese a que la luz verde del semáforo favorece su marcha, Gerardo Rubio, docente ambateño de 35 años, frena de golpe ante la mano alzada de un agente de tránsito que aparece sobre una motocicleta.
Son las 08:30 del sábado 6 de julio del año en curso. El maestro se dirige a casa de su madre, cerca al mercado Ferroviario, lugar donde inician todos los desfiles de la urbe.
Mientras el vigilante mantiene una mano arriba, al fondo de la avenida Cevallos, a espaldas del uniformado, Gerardo divisa varios carros alegóricos y grupos de danzantes.
La interrupción del tránsito se produjo para dar paso a 10 carrozas alegóricas, por la intersección de la calle Abdón Calderón hacia la Cevallos.
Las estructuras motorizadas, engalanadas con frutas y flores, ingresan una tras otra a la calzada de forma pausada, y con música folclórica.
Ocho minutos demoran en integrarse a la avenida, son las 08:38. De inmediato, el vigilante obliga a Gerardo, quien en ese momento lidera una caravana de 50 autos, a girar por la calle Abdón Calderón.
Mientras reprograma mentalmente su trayecto, el docente plantea tres preguntas en voz alta: ¿qué desfile se va a realizar?, ¿por qué motivo?, y ¿qué entidad lo organiza?
De inmediato Gerardo enciende la radio y busca alguna emisora que resuelva sus dudas. Radio Centro informa justo en ese momento.
Se trata del primer Desfile Intercultural de Provincialización de Tungurahua. Este se suma a la corta lista de desfiles que año tras año se hace en la capital tungurahuense.
El primero se realiza cada 12 de Noviembre, en conmemoración de la independencia de Ambato; el siguiente se denomina de la Confraternidad y se hace entre febrero y marzo por la Fiesta de la Fruta y las Flores.
Expectativa por la aceptación
Son las 09:15 y Gerardo ya ha llegado a casa de su madre. Han desayunado y deciden acudir a la avenida Cevallos para observar este colorido espectáculo.
Mientras ellos se acomodan entre la multitud de espectadores apostados en la esquina con la calle Unidad Nacional, no tan numerosa como las que convocan los desfiles antes mencionados, el prefecto de Tungurahua,
Manuel Caizabanda, llega al lugar. El reloj marca las 09:30 y en honor a la hora ambateña, el desfile se inicia con una copiosa delegación de las autoridades.
“Cada 3 de julio Tungurahua festeja la designación de su territorio como provincia del Ecuador. En esta ocasión recordamos 159 años de tal nombramiento, y por primera ocasión en la historia organizamos el desfile Intercultural con el fin de rescatar el carácter inclusivo y equitativo de nuestra población”, dice el prefecto.
Él es oriundo de la etnia y parroquia Salasaca, en el cantón Pelileo, por lo cual se sintió muy orgulloso de que una comparsa del desfile mostrara las danzas tradicionales de dicha localidad. A las 10:00, Caizabanda y demás autoridades provinciales llegaron a la tarima del parque Cevallos y, desde allí, observaron el desfile.
“Por una parte es emocionante saber que estamos abriendo paso a un tercer desfile grande en Ambato, pero por otra tenemos gran expectativa de la acogida de la gente. Esperamos que sea de su agrado, y sobre todo que cada tungurahuense se sienta orgulloso de sus raíces”, comenta Cristóbal Caluña, director de Desarrollo Humano de la Prefectura.
Esta dependencia fue la encargada de preparar el desfile Intercultural. A las 10:30 un delegado de la comparsa de los Pueblos Indígenas y Campesinos de Tungurahua se dirigió al prefecto y le entregó el “bastón de mando”, elemento de la cosmovisión andina que representa poder y autoridad.
En total desfilaron 40 delegaciones de los pueblos autóctonos de la provincia, hasta las 11:45. “Nuestras raíces se han puesto de manifiesto y ha sido un éxito”, concluyó el prefecto Manuel Caizabanda. (I)