Incremento del salario básico: ¿Cómo deben afrontar pequeñas y grandes empresas esta nueva circunstancia?

El incremento del salario básico, anunciado este diciembre del 2021, sorprendió a los empleadores y obligó a replantear la planificación económica y precios de producción de las empresas para enero 2022, fecha en la que entra en vigencia esta nueva resolución.

Existen dos puntos de vista para analizar el incremento salarial. Si lo analizamos objetivamente podemos decir que, social y políticamente, es justo e incluso -estaría por debajo- de lo que deberían percibir los trabajadores en comparación con el costo de la canasta básica. Analizándolo en términos macroeconómicos, el incremento debe ir en función de la inflación e indicadores tales como: competitividad, matriz productiva, entre otras.

Una de las consecuencias de este incremento de precios es que nuestros productos o servicios se encarezcan tanto para el mercado interno como para la exportación. Por otra parte, un sector laboral - ante este incremento salarial- se vería obligado a reemplazar y tecnificar su producción generando desempleo a mediano y largo plazo.

Con estos antecedentes, la pregunta es ¿Cómo afrontar estas nuevas circunstancias?

Es muy importante que las empresas realicen una autoevaluación de sus procesos, para ser más eficientes y eficaces, tratar de controlar e incluso bajar los gastos fijos, aprovechar la tecnología en mayor grado, para que la carga operativa se reduzca y no tener que pagar mayor valor por horas extras o suplementarias que también se ven afectados por el incremento salarial.

Es deber de toda empresa, grande o pequeña, contar con un plan de contingencia que permita atenuar los riesgos financieros. Asignando un fondo de su liquidez a una cuenta de ahorro que sirva de respaldo para el pago de beneficios sociales y desvinculaciones laborales, etc.

Cabe destacar que con este incremento, a las pequeñas empresas que están saliendo de la recesión ocasionada por la pandemia o start ups, que generalmente no cuentan con un respaldo para cubrir ese incremento, se les obliga a desistir de mantener el mismo número de empleados y convertirse en un negocio eminentemente familiar.

Es el caso de los negocios lucrativos, que son los negocios que generaron utilidades y ganancia en este último año, el incremento salarial no les representa un problema; por el contrario, se retribuyen de él, ya que al aumentar el sueldo motivan a la familia laboral que es la fuerza productiva de la empresa, y se pueden obtener mejores resultados en la productividad y desempeño.

El verdadero impacto lo van a recibir las pequeñas empresas que están buscando mantenerse a flote. Estas empresas desean conservar el mismo número de empleados y para lograrlo deberán realizar una restructuración en los procesos internos con el fin de buscar alternativas que permitan bajar los costos, sin perder la calidad del producto o servicio.