El imperio norteamericano y el fascismo criollo -de Venezuela y vecinos- afilan sus garras para dar al traste con el proceso democrático del pueblo venezolano y su gobierno. La prensa ‘independiente’ despliega, en todo el planeta, informaciones fraguadas, en las que se responsabiliza al gobierno de Maduro por los desmanes -atentados contra la vida incluidos- cometidos por la derecha oligárquica, con el auspicio y ayuda económica evidente de la CIA.
Cala hondo tal tergiversación, a tal punto que sectores progresistas dan crédito a los infundios. Se está gestando toda una parafernalia para la reconquista desde el imperio. Declaraciones oficiales desde el Departamento de Estado amenazan con una virtual intervención.
Ante ello, la única respuesta posible –desde las bases sociales– es la conformación de un frente unido en defensa de la democracia en Venezuela, a la que debemos plegar todos los hombres y las mujeres ecuatorianos y de toda América Latina. Hay que abandonar, para este objetivo histórico, las posturas sectarias, pues toda voz progresista, honesta y consecuente debe expresarse.
La causa de Venezuela, su pueblo y su gobierno es de todos los pueblos latinoamericanos.
Jaime Muñoz Mantilla
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