Cada día sube de tono la situación en Venezuela, y frente a ella cabe preguntar cuán claros estamos de su envergadura y sus consecuencias.
Apartándonos de su causa principal: la inclemente arremetida estadounidense, a lo que se suman también desaciertos gubernamentales, el enfrentamiento entre venezolanos es un hecho palpable que postula la urgencia de un gesto de reconciliación que nazca del alma bolivariana y chavista.
Una minga de fraternidad y de espíritu cristiano que logre convocar a cuanta ciudadanía de sectores medios y universitarios, confrontados con el gobierno bolivariano, sea posible; es salir al reencuentro manteniendo por delante palabras y acciones de amor, que diluyan tanto sentimiento negativo hoy presente en muchos venezolanos; es esforzarse por arribar a nociones mínimas de entendimiento de que la desunión es el arma idónea y predilecta de la codicia estadounidense para reapropiarse de la riqueza natural venezolana. (O)
Lourdes Cruz Cuesta