En septiembre, el aire se llena a perfume floral y dulce en las zonas de bosque seco de Ecuador, pequeños árboles de ramas retorcidas con aspecto surrealista empiezan a vestirse de verdor intenso que con el pasar de las semanas tomará colores rojizos. Es el fruto del árbol de ciruelo, la ciruela o cirgüela, como se la conoce entre los hombres y mujeres del campo.
La comuna Petrillo es una de las zonas cercanas a Guayaquil, una pintoresca población agrícola al filo de la carretera y a sus espaldas el río Daule, eje de esta comuna, en donde uno de sus rubros de producción es precisamente la ciruela.
Nos llamó la atención analizar este producto por considerar que se puede dar valor agregado, mejorar la economía de Unidades de Producción Agropecuaria (UPA) y como oportunidad comercial para las organizaciones de la Economía Popular Solidaria (EPS).
Al inicio de septiembre y durante todo el tiempo de cosecha, en Petrillo se ven camiones de comerciantes comprando este producto, desatando la cadena comercial y la actividad de intermediación muchas veces tóxica en donde el comerciante impone precios y el productor es quien menos gana.
La compra va desde el fruto verde, de gran demanda para ser consumido con sal, alcanzando valores de $ 50 la gaveta de 70 libras. Para luego ir declinando con el paso de las semanas y con los picos altos de producción a irrisorios valores de $ 1 la gaveta de 70 libras. (O)
Pedro Pablo Jijón O.