Leyendo las noticias, siempre está el tema de los suicidios. Sin embargo, no le damos importancia, lo tomamos como cosa común y corriente. No es lo correcto, debemos dar las alertas para que se den los lineamientos a fin de evitar que este fenómeno siga creciendo en nuestra sociedad y de manera alarmante entre los jóvenes.
En 2015, 720 suicidios; 2016, 789; en lo que va del año, solo en la provincia de Azuay, 59 casos, adquiriendo este problema mayor gravedad en la Sierra central. En la provincia amazónica de Pastaza, 159 jóvenes se autoeliminaron.
El Ministerio de Salud debe liderar correctivos para menguar esta situación, disponiendo que sus psicólogos clínicos y sociales salgan de sus ‘cuarteles de invierno’, presentarse y exponer a la luz pública. De igual manera los sacerdotes católicos, pastores evangélicos y organizaciones sociales. Ustedes poseen conocimientos científicos, sensibilidad y persuasión.
En la década del 60 del siglo pasado, en uno de los grandes diarios de Guayaquil había un espacio que se publicaba todos los días titulado ‘El Espejo del Alma’. Contenía artículos con buenos consejos y profundas enseñanzas. Como aquella que nunca debemos condenar las malas acciones, sino buscar soluciones.
El Min. de Salud, con el auspicio de los diarios nacionales y de quienes deseen adherirse a esta causa, podrían publicar un espacio similar al ‘Espejo del Alma’. Se acercan dos meses (noviembre y diciembre) en los que se registra un incremento de casos de suicidios. (O)
César Antonio Jijón Sánchez