Previsivo siguiendo las sabias enseñanzas, saltamontes acude a su mentor, “Maestro, maestro, ¿qué no debo hacer para mi campaña garantizar?”. Con voz pausada responde: debes expresarte en positivo, tú ya sabes lo del yin y del yang, así te voy a contestar: De inicio debes contar con un antecedente; por ejemplo del prójimo haberte aprovechado (verbo positivo); le compras al 40% y vendes al 100%, tus ganancias multiplicas (verbo positivo). Con los pobres te resistes negocios legítimos realizar, vamos entrando en materia,
Puedes darte por no enterado y negar a tu aliado, tú te haces el tonto, el otro el mudo y la danza de los millones en las cuentas de sus amigos pasan sin aclarar; a eso pudieras agregar (verbo positivo) por decirte algo, una de tus allegadas públicamente a los pobres ofende, y la otra, a un grupo vulnerable de oportunista le tilda; si eso no suma (verbo positivo) entonces le pides al cura, perdón al monje que nombre a la madre de los manabas; por si acaso si falta, tú mismo en persona te metes con los negros y como esos son respondones les mandas a callar. No te olvides de disponerle a tu empleado explicar, cuál es el motivo de tu incremento tributario; creo, o multiplicaste por mucho tu renta o te olvidarte de pagar. Por favor que no tartamudee públicamente que eso se ve muy mal.
Para asegurarte declaras fraude, pides que incendien Quito y el odio fascista fomentas (verbo positivo) utilizando un inocente verdugo infantil. Bueno mi querido saltamontes; para cerrar no te caería mal un flaco favor; que te prepare una celada canallesca el entrevistador, con esa, sí te aseguro que jodiste la campaña y no hay vueltas que dar. Como esto va en serio anuncias que todo lo logrado de un tajo arrasaras, blasfemas del modelo de equidad y proclamas al dios mercado como la panacea a implementar, clarito les dices que contigo nadie se puede parar, que con el apoyo de una mercenaria caraqueña, una república bananera vas a replantar.
A propósito saltamontes, quiero sentir tu energía vital. ¡Qué extraño!, tu (chí), más parece de un zancudo que de un noble samurái; ve por una limpia que ya hueles muy mal, me parece que por el pentágono por lo oscuro te han visto caminar.
Reinaldo Torres Jaramillo