Es común escuchar que los ecuatorianos no somos racistas. Esta opinión, al parecer, señala la inexistencia en nuestro país de normas jurídicas o prácticas institucionales que discriminen a un individuo o grupo humano por su apariencia física.
Sin embargo, esta apreciación está muy lejana a la realidad, en Ecuador existe desprecio racial, especialmente en contra de aquellos ciudadanos denominados displicentemente como de ‘color’, de apariencia ‘aindiada’ o ‘chola’.
En Ecuador se debe desarrollar una gran cantidad de objetivos sobre la enseñanza de normas educativas entre las personas, sobre todo entre adolescentes, para que desde una temprana edad no fomenten ninguna forma de discriminación hacia las personas de piel negra o morena. El 80% de los indígenas en sus testimonios presenta prejuicios basados en gran mayoría en estereotipos, usualmente sin fundamentos. (O)