La Constitución faculta a los ciudadanos a fiscalizar los actos de los poderes públicos, siendo la actual política de Estado el diálogo -que obviamente no es patrimonio del presente Gobierno-, debemos emprender la tarea de organizarnos para enfocarnos en la lucha contra la corrupción -fenómeno endémico en la actividad política-, con la única intención de transparentar la política nacional.
El país atraviesa un momento crítico, las delaciones de exfuncionarios corruptos y de empresas privadas corruptoras revelan la carencia de valores al momento de ejercer el servicio público, decepcionando cada día más a los ciudadanos honestos que pretendieron alguna vez interesarse en la política; empero, contrariamente a desalentar, estos actos deben movilizar a todo ciudadano íntegro de la nación con el fin de que la corrupción desaparezca.
La participación ciudadana no debe originarse en agendas burocráticas, los ciudadanos debemos empoderarnos de nuestros derechos y exigirlos. (O)
Atentamente
Luis Guzmán