En la edición de EL TELÉGRAFO, de 25 de septiembre de 2017, se difundió un titular y su antetítulo respectivo, que a la letra rezan: ‘Pablo Guerrero retornó a Ecuador luego de 7 años en República Checa’. ‘El abogado irrumpió violentamente en las instalaciones de Ecuador TV durante los hechos del 30-S’.
Cuando el presidente de la República, Lenín Moreno, lo designó director del diario, buena parte de la sociedad ecuatoriana pensó que su presencia era la garantía para superar el carácter propagandístico del periódico en favor del otrora régimen de Rafael Correa. Yo también acusé una ligera esperanza de que su presencia sería para bien, empero, cuando leí el antetítulo ut supra, mi cuita se transformó en justa indignación, toda vez que se me imputa la comisión de un acto reñido con la ley.
Señor director, no escapará a su ilustrado criterio que tengo el derecho a iniciar acciones legales; sin embargo de que me asiste el derecho de incoar una acción jurídica, pienso que la sociedad ecuatoriana debe reencauzar su estado de propaganda a un estado de concordia. Por lo expuesto, solicito rectifique al antetítulo mencionado, cuanto el párrafo de la noticia que insiste que yo he cometido actos de violencia.
La noticia publicada por EL TELÉGRAFO es falsa, toda vez que periodista alguno de su periódico me entrevistó para contrastar la información tendenciosa y temeraria que los ‘medios públicos’ emplearon en mi contra. (O)
Dr. Pablo Guerrero Martínez